Minuto 90 de partido. El Pozuelo realiza una jugada de ataque un tanto trastabillado. Prácticamente es la única de todo el partido. Sosa consigue poner el balón en buena posición para su compañero Héctor Gutiérrez que se saca un disparo duro que se cuela en la portería del la Deportiva.
¿Injusto? Si se analizan las oportunidades de uno y otro equipo, sí, fue injusto puesto que el Alcalá ha merecido más. Pero también cabe analizar algo que es muy importante. El equipo entrenado por Carlos Pérez Salvachúa genera oportunidades, sí, pero no las materializa. Con una sola el Pozuelo fue capaz de doblegar al Alcalá, ¿con fortuna?. Sí, pero esto es fútbol y gana quien consigue introducir la pelota entre los tres palos de la portería y el Pozuelo lo ha conseguido; el Alcalá, no.
Al principio el Pozuelo ha tenido más control de balón, pero de forma muy estéril. Los verdes jugaban mucho en horizontal y en campo propio, ante una RSD Alcalá fuerte en la presión, que no permitía ni concedía nada. Todo lo contrario, los hombres de Salvachúa cada vez que merodeaban el área, creaban mucho peligro, topándose siempre con el cancerbero local.
El héroe del partido ha sido el guardameta del Pozuelo que en el primer tiempo ha realizado tres grandes paradones a lanzamientos de Barca, Danilo y Navarro; algunas de las intervenciones cabe calificarlas de inverosímiles. Y otro tanto ha ocurrido en el segundo tiempo. La realidad es que el Alcalá no encuentra el camino del gol y que en una sola ocasión el Pozuelo sí lo ha conseguido frustrando el que los rojillos se trajeran algo de su visita al club de verde.