Alcalá, 27 de marzo.- El obispo de la diócesis de Alcalá, monseñor Antonio Prieto Lucena, ha presidido esta mañana la Misa Crismal en la Catedral-Magistral de Alcalá. Una celebración litúrgica a la que estaban convocados todos los sacerdotes de la diócesis complutense.
En esta Eucaristía, los sacerdotes han renovado sus promesas sacerdotales. «Es un momento de intensa comunión sacerdotal, con el obispo y con el presbiterio. Es una ocasión de renovar nuestro servicio y entrega al Pueblo de Dios», indicó monseñor Prieto.
También se ha consagrado el Santo Crisma, que se usa en los sacramentos del bautismo, la confirmación y el orden sacerdotal, y se bendicen el óleo de los catecúmenos, que se utiliza en el bautismo, y el óleo de los enfermos, con el que se administra el sacramento de la unción de los enfermos. De la Misa Crismal, por lo tanto, brota la vida de la gracia a través de los sacramentos.
Al finalizar la Misa, los sacerdotes llevaron el Santo Crisma y los óleos a sus parroquias, en un gesto que muestra la comunión diocesana y la vida nueva que regala Jesucristo.