Alcalá, 30 de marzo.- Esta noche, concretamente en la madrugada de mañana domingo 31 de marzo, los españoles y otros ciudadanos europeos tendrán que ajustar de nuevo las manecillas de sus relojes para entrar al horario de verano.
A las 02:00 de la madrugada pasarán a ser las 03:00, por lo que se dormirá una hora menos de lo que se venía disfrutando desde el cambio de hora de invierno. Unos desajustes que no están exentos de polémica y sobre los que muchos expertos advierten cada año por sus posibles consecuencias para la salud.
Los países de la Unión Europea cambian la hora dos veces al año con el principal objetivo de ahorrar energía y aprovechar la luz solar. El primer cambio se aplicó en Alemania y Austria el 30 de abril de 1916, pero en España no llegó hasta el año 1918, cuando se publicó un decreto para ahorrar carbón.
Sin embargo, un informe de 2019 de la Comisión de Industria, Investigación y Energía del Parlamento Europeo afirmó que esos ahorros son marginales, ya que puede haberlos en iluminación, pero no son tan obvios en calefacción, cuyo consumo podría incluso aumentar en invierno.
De hecho, el Parlamento Europeo acordó poner fin a esta práctica en la UE a partir de 2021, permitiendo a cada país elegir si mantener el horario de verano o el de invierno, pero la medida no llegó a término por falta de acuerdo. En España también se decidió posponer esta decisión por falta de consenso. De este modo la próxima noche dormiremos una hora meno.
Las modificaciones horarias tienen una larga tradición en los países de la Unión Europea, pero no están exentas de polémica, sobre todo el horario de verano. Expertos como los de la Sociedad Española del Sueño (SES) han advertido en numerosas ocasiones de los efectos perjudiciales de adelantar las manecillas.
La SES asegura que el cambio de horario altera el tiempo de exposición al sol y desequilibra al reloj interno, que puede tardar varios días en reajustarse. Algunas personas refieren irritabilidad, falta de concentración, bajo rendimiento laboral e insomnio.
Los cambios de hora “retrasan el reloj interno produciendo un desajuste”, provocando “un sueño insuficiente, desorganizado y de mala calidad” que puede favorecer la aparición de enfermedades como el cáncer, el Alzhéimer y la hipertensión arterial, pero también “la obesidad, diabetes, infarto de corazón, el ictus, la depresión y la ansiedad”, asegura la SES.
Adaptarse al cambio de horario puede llevar hasta una semana o diez días, siendo los niños y las personas con patologías los que pueden tardar más al tratarse de grupos vulnerables.
Para favorecer un sueño de calidad, los expertos recomiendan evitar el consumo de alcohol, cafeína o de otras bebidas energéticas o azucaradas antes de dormir. También es útil alejarse de las pantallas iluminadas, ya que no solo reducen el sueño sino también su calidad, y no realizar actividad física después de las 19:00 horas.
Según los expertos, sería mucho más beneficioso para la salud mantener el horario de invierno, ya que quedaría más ajustado a los ritmos de vida que tenemos día a día.
La SES explica que el horario de invierno facilita tener más tiempo de sueño y un despertar más natural que coincide con el amanecer. Por ello, afirma que lo más conveniente es que exista un horario estable durante el año y que se mantenga de forma permanente el de invierno.
Más de 140 países han aplicado el cambio horario alguna vez en el pasado y actualmente menos del 40% de las acciones del mundo lo hacen. Los miembros de la Unión Europea están obligados a realizarlo en función de la la Directiva Europea 2000/84/CE, pero no son los únicos territorios que adelantan o retrasan sus relojes,
Estados Unidos y Canadá también cambian la hora, aunque en fechas distintas y con algunas excepciones, y la práctica se lleva a cabo igualmente en Nueva Zelanda, en algunas partes de Australia, en países de Oriente Medio como Líbano e Israel y en algunos de Latinoamérica, entre ellos Chile y Paragua, según el portal Statista.
Uno de los últimos países en abandonar el cambio de hora fue México, que a finales de octubre de 2022 aprobó eliminar de manera definitiva el horario de verano.
España tiene una hora más de lo que le correspondería
Desde un punto de vista estrictamente geográfico, Canarias debería tener una hora menos de la que tiene ahora, Galicia podría tener, incluso, dos horas menos (para alinearse con Canarias en el huso UTC-1) y el resto de España una hora menos.
En general, España tiene una hora más de la que le correspondería por su situación geográfica. ¿Por qué? A pesar de que su posición coincide casi totalmente con el huso horario de UTC (Tiempo Universal Coordinado), en 1940 se decidió coordinar la hora hispana con la Europa central.
¿Cuándo será el último cambio de hora en España?
Aunque se desconoce si será el último, al menos hasta el año 2026 los españoles tendrán que adelantar o atrasar su reloj según la estación. El Boletín Oficial del Estado publicó el 15 de marzo de 2022 las fechas de cambios horarios para los próximo cinco años.
Como el resto de la Unión Europea, España volverá a cambiar la hora en la madrugada del domingo 27 de octubre de 2024, cuando los relojes se atrasarán para entrar en el horario de invierno y se podrá dormir una hora más.