Alcalá, 25 de abril-. El Museo Arqueológico y Paleontológico Regional de la Comunidad de Madrid celebra este año su vigésimo quinto aniversario y lo hace con la exposición temporal más fascinante de las 46 que se han celebrado hasta el momento, ‘Cazadores de Dragones’, que es un recorrido por la dinosauriología española de la mano de su principal maestro, el doctor José Luis Sanz García, catedrático de Paleontología de la Universidad Autónoma de Madrid, y su principal discípulo, Francisco Ortega Coloma, Profesor Titular de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.
El director del MARPA, Enrique Baquedano, acostumbra a decir que en el mundo de la arqueología hay tres clases de exposiciones que constituyen un éxito seguro porque interesan a un sector muy amplio del público: la evolución humana, el antiguo Egipto y las momias, y los dinasaurios.
Pues bien, los dinosaurios han conquistado el claustro del museo, que va a recibir la visita hasta el 12 de enero de miles de personas. Es una realidad que los dinosaurios producen fascinación, de manera muy especial entre los niños. Pero no se trata de una exposición más de dinosaurios sino que es una muestra muy didáctica que permite comprender la evolución de estos seres vivos extinguidos todavía no se sabe a ciencia cierta por qué y de hecho hay varias hipótesis.
La muestra inaugurada va a divertir, sí, pero también va a requerir de un pequeño esfuerzo para entenderla, porque no sería justo desaprovechar una ocasión como ésta para zambullirse en el fascinante mundo de los dinosaurios y quedarse solo con la anécdota de contemplar la reproducción del esqueleto del dinosaurio más importante, el tiranosaurio rex.
En la exposición, que se ha inaugurado este mediodía, se narra la historia de su
descubrimiento y el trabajo de las personas que hallaron sus fósiles y realizaron
investigaciones sobre estos animales fascinantes. El consejero de Cultura,
Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Mariano de Paco Serrano, ha
asistido hoy a la presentación de la muestra. Los visitantes realizarán un recorrido desde la Inglaterra victoriana hasta nuestros días, pasando por el oeste americano, el desierto de Gobi, Tanzania o Patagonia.
Además, la espectacular selección de fósiles permite contemplar diferentes
especies de dinosaurios y entender cómo los avances en su conocimiento
científico se han ido reflejando también en la cultura popular, reflejo de la
fascinación que provocan desde su hallazgo. La exhibición subraya la labor
pionera de los paleontólogos y revela la evolución del conocimiento científico.
“Dinosaurios de leyenda” es la primera parada de la exposición, en la que se
repasan las primeras interpretaciones que se dieron a los hallazgos de huesos.
En la sección “Cuando la paleontología encontró a los dinosaurios” se detallan los
primeros estudios científicos. Estos corrieron a cargo de William Buckland (1784-
1856), Gideon Mantell (1790-1852) y Georges Cuvier (1769-1832), que
interpretaron los primeros hallazgos como restos de lagartos gigantes y en 1841
Richard Owen asigna por primera vez la palabra dinosaurio (lagartos terribles) a
este grupo de nuevas especies.
“La guerra de los huesos en el lejano oeste” está dedicada a la competencia que
establecieron en la segunda mitad del siglo XIX dos paleontólogos
norteamericanos, Othniel Charles Marsh (1831-1899) y Edward Drinker Cope
(1840-1897). Se incluyen algunos fósiles procedentes de la Formación Morrison,
en Montana (EE.UU).
Las primeras décadas del siglo XX quedan reflejadas en la “Dinosauriología de
aventura”. Fue entonces cuando distintas instituciones organizaron grandes
excavaciones en lugares exóticos, como en Tendaguru (Tanzania). De esta época
son los trabajos de Barnum Brown (1872-1963). A lo largo de su carrera, excavó
los primeros cinco esqueletos de Tyrannosaurus rex.
Ya en la segunda mitad del siglo XX se produjo un cambio de paradigma en su
interpretación como animales torpes y pobremente adaptados, prácticamente
destinados a la extinción. Fueron los trabajos de John H. Ostrom en 1969 y de
Robert T. Bakker en su obra “Dinosaur renaissance” los que impulsaron conceptos
como el origen dinosauriano de las aves actuales, o la posibilidad de que algunos
fuesen animales de sangre caliente.
El cazador jorobado de Cuenca, las Meninas de la dinosauriología europea
El gran protagonista de la muestra es Concavenator corcovatus (el cazador
jorobado de Cuenca), un dinosaurio terópodo de unos 6 metros de longitud que
vivió hace unos 130 millones de años en el Cretácico Inferior en la actual provincia de Cuenca, y del que se puede contemplar el fósil y una recreación en vida.
Es el fósil más grande descubierto en el yacimiento de Las Hoyas, y el más
completo y mejor preservado de los terópodos de tamaño medio-grande
encontrado en Europa. Cierra la galería una sección dedicada a las nuevas
tecnologías aplicadas al estudio de los animales del pasado remoto, y que han
provocado en los últimos años una auténtica revolución en el conocimiento en
esta materia.
De Paco Serrano ha estado acompañado por el director del Museo Arqueológico
y Paleontológico de la Comunidad de Madrid, Enrique Baquedano, su homólogo
del Parque de las Ciencias (Andalucía-Granada), Luis Alcalá Martínez, entidad
coorganizadora de la muestra. La visita inaugural ha sido guiada por los
comisarios José Luis Sanz García, catedrático de Paleontología de la Universidad Autónoma de Madrid, y Francisco Ortega Coloma, Profesor Titular de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.