El entrenador Salvachúa deja el Alcalá. Con un escueto comunicado en la red social Twitter la Sociedad Anónima Deportiva RSD Alcalá ha comunicado a sus abonados, que no socios, que Carlos Pérez Salvachúa no continuará al frente del primer equipo.
Alcalá, viernes 17 de mayo.- Cinco largos días después de consumado el monumental desastre es lo que ha tardado la Sociedad Anónima Deportiva RSD Alcalá en reaccionar. Ni siquiera lo ha hecho a través de su página web, ni por cualquier otro canal de comunicación con sus abonados y aficionados. Lo ha hecho a través de la red social X, antes Twitter, y ha empleado sólo dos frases: “Carlos Pérez Salvachúa no continuará al frente del Primer Equipo de la @rsda_oficial. Agradecemos la profesionalidad y dedicación del Míster desde el primer día y le deseamos muchos éxitos en sus futuros proyectos”.
La propiedad de la RSD. Alcalá y su junta directiva han tardado cinco días en reaccionar después del fracaso más grande de la historia de la entidad que ha cumplido cien años. No ha habido un comunicado de asunción de responsabilidades, de petición de disculpas a los aficionados por el desastre; no ha habido ni una palabra de ánimo para afrontar el futuro. Tampoco se han planteado objetivos de futuro, ni líneas de actuación. Ni siquiera se ha informado de la venta de acciones ni de los intentos de algunas personas por comprar la Sociedad Anónima Deportiva con el objetivo de dar un giro a la situación de la entidad. Estos intentos habrían sido infructuosos ante la negativa de los propietarios a vender.
La única reacción han sido dos frases en las que ni siquiera se dice si ha sido una parte, el entrenador, u otra, la entidad, las que hayan tomado la decisión de que Carlos Pérez no continúe. O han sido ambas partes de común acuerdo. Ni siquiera se ha dicho si la dirección deportiva va a continuar inamovible como parece a pesar de que el Alcalá lleva ya diez temporadas en tercera en las que sólo ha jugado dos play off de ascenso en los que fracasó.
Da la sensación de que como en El Gatopardo, la genial novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, se trata de cambiarlo todo (al menos el entrenador) para que nada cambie. Ni siquiera, que sepamos, ha habido una reunión de la junta directiva y la propiedad para analizar lo ocurrido. El escueto comunicado de dos frases es más corto que el anuncio de la apertura del club social en el estadio, y que el anuncio de la captación de niños para la cantera. No es extraño: Ambos anuncios son para ingresos económicos.
Salvachúa abandona el Alcalá como uno de los protagonistas del desastre. Pero no es el único responsable del mismo en la Sociedad Anónima Deportiva.
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