Alcalá de Henares, 25 de agosto de 2025.- Hay momentos que cuando ocurren no parecen tener la importancia que adquieren con el paso del tiempo. Uno de ellos fue una reunión que celebraron en octubre de 1987 -y por tanto en 2027 se conmemorará el cuadragésimo aniversario- el entonces concejal de Festejos, el socialista José Macías Soto, con las peñas festivas. Esa sencilla reunión, que pudo parecer una más de las muchas que han celebrado las autoridades municipales con los peñistas, marcó un hecho decisivo que fue el impulso que a partir de ese encuentro tuvo la Semana Santa de Alcalá y que ha permitido que hoy sea fiesta de interés turístico nacional.
Un hombre de izquierdas como Macías había visitado el convento de las Carmelitas y tuvo ocasión de contemplar en la magnífica escalera plateresca de la clausura carmelita una imagen de un Ecce Homo, un Cristo atado a la columna y flagelado, que le llamó la atención. “Si hubiera alguien dispuesto a sacar en procesión durante la Semana Santa esta imagen, ustedes pondrían inconveniente en dejárnoslo para hacer un desfile solemne con la imagen?”, preguntó el edil socialista. Las monjas contestaron afirmativamente. “No se preocupen que yo encuentro a la gente que lo va a sacar en procesión”. Ese es el germen de la reunión de octubre, cuando Macías pregunta si sacarían un Cristo en procesión. De esa reunión apenas quedan cinco peñistas que son miembros de la cofradía del Cristo de la Columna en activo. Dos de ellos, Manoli y Javi, de la peña El Pito, no han faltado un año a la procesión del Miércoles Santo y tampoco a la ofrenda floral al Cristo de la Columna para iniciar las ferias.
“¿Cómo no íbamos a sacar en Semana Santa una imagen de Cristo?, ratifica Javi, que aún recuerda que en esa reunión preguntaron extrañados a Macías si se traba de salir en procesión vestidos de peñistas. “¡No hombre, no! Esto va a ser serio. Esto va a ser muy serio y os pido seriedad y responsabilidad”. Y desde luego que la aplicaron.
Hoy no es un requisito indispensable el formar parte de una peña para ser miembros de la cofradía. De hecho, son muchos más los no peñistas que los peñistas. Pero en el corazón de las peñas está, sin duda alguna, la imagen del Cristo de la Columna a la que se encomiendan antes de ferias.