- La tuna de la Universidad de Alcalá nunca defrauda en ferias
- Gran concierto en la plaza de Cervantes
- Para el futuro se apuntan atractivas posibilidades para un evento que es un éxito seguro.
Alcalá de Henares, 1 de septiembre de 2024.- La tuna de la Universidad de Alcalá se ha ganado un hueco en las ferias. En realidad ya lo había hecho, pero su éxito de cada año en el penúltimo día de ferias requiere un auditorio de mayores dimensiones que el constreñido espacio que tiene en la plaza de Cervantes.
Ese futuro espacio se apunta claro y evidente, lo que pasa es que habrá que esperar un mínimo de dos o tres años. Es uno de los grandes patios de los cuarteles, un lugar que puede ser espectacular y en el que pueden entrar más de 2.000 personas cómodamente sentadas. Es algo a estudiar por el enorme éxito que consigue la tuna en ferias, un valor más que seguro. Se lo han ganado porque nunca defraudan.
Al fin y al cabo son herederos de una tradición que arranca en Alcalá al mismo tiempo que la Universidad del Cardenal Cisneros, e incluso antes. Los tunos han estado siempre presentes en la Universidad. Sus inicios eran los sopistas los que con sus canciones amenizaban las calles de la ciudad y cantaban a sus mujeres. Estos estudiantes, con habilidades musicales y de otra índole, se fueron juntando para cantar rondas y amenizar eventos. A estas agrupaciones de estudiantes que hacían ruido por las noches se les empezó a denominar con el nombre de Tuna, como una derivación de la palabra tunante, que significaba vividor.
Cuando la Universidad se trasladó a Madrid, Alcalá de Henares se quedó sin tuna hasta que en los años 60 se construyera la Universidad Laboral y un grupo de estudiantes refundara la tuna.
Posteriormente, cuando la Universidad de Alcalá de Henares reabrió sus puertas, se crearía la Tuna de la Universidad conviviendo con la Tuna de la Laboral por varios años hasta que en 1984 ambas tunas se fusionaran. Más tarde, la Universidad Laboral se desmantelaría y sus estudios de Ingeniería pasaron a formar parte de la Universidad de Alcalá.
Buenos días. Sin quitar uno solo de los muchos méritos de la Tuna de la Universidad de Alcalá, que acerca esta tradición a la Casa Real todos los años en los Premios Cervantes, es momento de que se erradiquen mitos al informar a la ciudadanía. El alegado origen sopista medieval fue un constructo costumbrista del siglo XIX del que nunca se ha podido verificar su continuidad temporal y que, cuando se utiliza, los argumentos se plagan de anacronismos. Desde el siglo pasado se ha escrito sobre su origen carnavalesco. En el siglo XXI se ha documentado y aparición primera durante la primera etapa del reinado de Isabel II, ganó su prestigio social al ser la organización que más ayudó a las víctimas de todo tipo de catástrofes naturales (riadas y terremotos), enfermos por las diferentes epidemias (cólera, paludismo, fiebre amarilla), víctimas de naufragios (por la Galerna del Sábado de Gloria en el Cantábrico y del crucero Reina Regente en 1895) y asistiendo a los soldados tullidos y enfermos (como a sus viudas y huérfanos) que regresaban de las diferentes guerras libradas por España (en el norte de África y en Cuba) antes del final de la Segunda República. Esta labor altruista de los universitarios es más que suficiente motivo para ser recordada, especialmente porque su compromiso social fue más que 500 veces superior al mostrado por las estudiantinas surgidas a partir de otros ámbitos de la sociedad. Esta labor filantrópica se magnifica si se tiene presente que tuvo lugar cuando las arcas públicas estaban en precario y la Cruz Roja aún no tenía suficiente implantación en la península (se estableció en el territorio nacional en 1865). Fuente: MartÍn Sárraga, FO. (2022). Compromiso social de las estudiantinas y tunas universitarias desde su creación hasta la Segunda República. Tesis Doctoral. Departamento de Historia Moderna, Contemporánea, de América, dl Pensamiento y de los Movimientos Sociales y Políticos. Universidad de Murcia.