El director del Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid (MARPA) Enrique Baquedano, ha entrado en lo que se podría considerar el ‘hall of fame’, el salón de la fama de la ciencia a nivel mundial. El alcalaíno de adopción desde su llegada a la dirección del Museo Arqueológico que la Comunidad de Madrid le propuso crear en la ciudad complutense, vive entre el valle del Lozoya, Madrid, Alcalá y África, y ahora tendrá que tener un hueco en su agenda para viajar a la sociedad científica de honor Sigma Xi puesto que esta ha decidido que forme parte de la misma por el prestigio internacional que están consiguiendo sus
investigaciones como arqueólogo en el yacimiento del valle de los Neandertales en Pinilla y por el que realiza con su socio y amigo, Manuel Domínguez-Rodrigo con el Instituto de la Evolución en África (IDEA) en la Cuna de la Humanidad africana. Baquedano insiste en que su nombramiento es un reconocimiento, no a él sino a los equipos que dirige en Pinilla del Valle, en el IDEA y en el Museo Arqueológico y Paleontológico de Alcalá.
Hoy nadie duda que Estados Unidos es el paraíso de la ciencia y los científicos y que en ese mundo no se puede prosperar si no se tiene el reconocimiento en aquel país. Enrique Baquedano comenzó a tenerlo en el momento en que la revista Nature Human Behaviour dedicó hace ahora un año su portada al descubrimiento del santuario de los neandertales en la cueva Des-cubierta en Pinilla del Valle por parte del equipo dirigido por Enrique Baquedano.
Según la revista el trabajo realizado por el equipo examina el posible comportamiento de los grupos neandertales a través del análisis del conjunto arqueológico de esta última. Junto con la evidencia de la industria lítica musteriense, se encontró que el Nivel 3 del relleno de la cueva contenía un conjunto de restos óseos de mamíferos dominados por los cráneos de grandes
ungulados, algunos asociados con pequeños hogares. La escasez de elementos postcraneales,dientes, mandíbulas y maxilares, junto con la evidencia de modificación antropogénica de los cráneos (marcas de corte y percusión), indica que los cadáveres de los animales correspondientes fueron procesados inicialmente fuera de la cueva, y los cráneos fueron llevados posteriormente al interior.
Luego se llevó a cabo una segunda ronda de procesamiento, posiblemente relacionada con la extirpación del cerebro. La presencia continuada de cráneos a lo largo del Nivel 3 indica que este comportamiento fue recurrente durante la formación de este nivel. Este comportamiento no parece tener ningún propósito
relacionado con la subsistencia, sino que es más simbólico en su intención, es decir, los neandertales crearon lo que Baquedano dio en llamar desde el principio un auténtico santuario, algo nunca visto hasta el momento.
A los grandes científicos se los conoce por los artículos en publicaciones especializadas. Estos artículos son analizados por otros científicos que tienen dos opciones, o aplaudir las investigaciones o denostarles. Nadie ha rebatido las conclusiones de Baquedano, que por otra parte tiene una carrera muy prolífica en cuanto a publicaciones en revistas especializadas.
El director del MARPA no dudó en incluir en el artículo publicado por Nature Human Behaviour a todos los miembros de su equipo porque él insiste mucho en el reconocimiento compartido.
“Yo no soy nadie sin mis equipos”, acostumbra a decir. Pero además las excavaciones realizadas en Tanzania (África) en la Cuna de la Humanidad y las investigaciones y publicaciones realizadas al respecto también han posibilitado que el nombre de Baquedano suene en la Meca de la Ciencia Por eso la sociedad científica de honor Sigma Xi ha invitado al arqueólogo alcalaíno de adopción a forma parte de la misma, algo que sólo se hace por rigurosísima invitación que evidentemente sólo se realiza a científicos de altísimo nivel.
200 premios Nobel
Basta decir que más de 200 ganadores del Premio Nobel han sido miembros de Sigma Xi, incluidos Albert Einstein, Enrico Fermi, Linus Pauling, Francis Crick y James Watson. Científicos españoles sólo han recibido invitación 35 y Enrique Baquedano es el primer arqueólogo que la recibe. Sigma Xi tiene su sede en Carolina del Norte (Estados Unidos). Es una sociedad de investigación científica, sin ánimo de lucro, perteneciente al grupo de las sociedades de honor, simbolizadas habitualmente por letras del alfabeto griego, y cuyos miembros son destacados
investigadores científicos.
Fue fundada en 1886 en la Universidad de Cornell por un profesor junior y algunos estudiantes de posgrado. No se accede por solicitud sino que sus miembros eligen a otros nuevos, sobre la base de sus logros o a su potencial futuro de investigación. A pesar del nombre, Sigma Xi no es ni una fraternidad masculina ni femenina, y hoy está abierta a todos los individuos cualificados que estén interesados en la ciencia y la ingeniería.