Alcalá, 30 de noviembre-. La Ciudad del Aire ya es oficialmente un barrio de Alcalá, o dicho de otra manera, la colonia ha aterrizado definitivamente en el Ayuntamiento complutense que ya será la institución que se haga cargo de la prestación de todos los servicios.
Este es el significado del acto que se celebró ayer 29 de noviembre en el Ayuntamiento de Alcalá y que consistió en la firma del acta de recepción de las obras de la urbanización de la colonia, requisito indispensable para que el Ayuntamiento se hiciera cargo de un barrio que hasta ahora era del Instituto de la Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa, (INVIED), organismo perteneciente al ministerio de Defensa, de quien dependía la prestación de los servicios a los vecinos.
La alcaldesa de Alcalá, Judith Piquet, y el general de Brigada, Director General Gerente del INVIED, Sebastián Marcos, firmaron el acta de recepción total de las obras de urbanización en Ciudad del Aire.
La Ciudad del Aire fue construida en los años 70 del siglo xx con el objetivo de dar alojamiento a militares, a funcionarios del Ministerio de Defensa y sus familias. Originalmente residían miembros del Ejército del Aire que mayoritariamente trabajaban en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, de ahí su nombre vinculado a la aviación, y con el paso de los años también se permitió vivir a miembros del Ejército de Tierra y la Armada. Previo al proyecto actual existieron unas pequeñas casas que alojaron a algunos residentes en la zona. Las viviendas entregadas a finales de la década de los 70 eran gestionadas en régimen de alquiler por el Instituto de Vivienda, Infraestructura y Equipamiento de la Defensa (INVIED) -anterior INVIFAS- hasta la venta de las mismas a comienzos del siglo xxi. Con esta venta, en el barrio ya no solamente residen personas vinculadas al Ministerio de Defensa.
Urbanísticamente por el barrio transitan las calles Virgen de Loreto, Barberán y Collar, y Plus Ultra. En la calle Virgen de Loreto originalmente residían los militares oficiales y en Barberán y Collar los militares suboficiales y funcionarios del Ministerio de Defensa. Con el paso de los años y con la venta de las viviendas esta situación varió en parte.
Nueve años transcurridos desde que empezaron las obras
Las obras de mejora del barrio de la Ciudad del Aire empezaron finalmente en septiembre de 2014, con tres meses de retraso sobre el calendario previsto ya que tendrían que haberse comenzado en el mes de junio. Parece ser que no habían obtenido los pertinentes permisos de Iberdrola y de Telefónica para iniciar las modificaciones que afectaban a su red.
Ya este retraso suponía no empezar con buen pie. Eran muy necesarias puesto que desde la inauguración de la colonia, allá por los años setenta del siglo XX, no se había realizado obra alguna. Hay que recordar que legalmente el barrio, dentro del término municipal complutense, no pertenecía al Ayuntamiento de Alcalá sino que era propiedad del ministerio de Defensa y de hecho se construyó para personal militar. Eso significaba que el Ayuntamiento estaba exento de la prestación de servicios municipales sin embargo, como era lógico, la recogida de basuras y la limpieza viaria se prestaba y se presta con toda normalidad, no así las obras de mantenimiento y las inversiones, que dependían del ministerio de Defensa.
Las obras empezaron con mal pie
Todo ello significa que unas obras que se presumía que tendrían una duración cercana al año, no comenzaron con buen pie. De todos modos el entonces concejal de Urbanismo, el popular Jesús Domínguez Picazo apuntó en un primer momento que la obra acabaría antes de agosto de 2015, si bien luego planteó la finalización de los trabajos para antes del otoño.
Los primeros trabajos se realizaron detrás del colegio Ciudad del Aire, suponiendo la instalación de un colector para enlace con la calle Plus Ultra y para aumentar la capacidad del colector inicial al preverse la construcción de nuevas viviendas en las parcelas no edificadas..
La segunda fase de las obras incluyó la habilitación de la senda correspondiente a la Colada de Villamalea y la instalación de pantallas acústicas, así como el arreglo de la pista deportiva existente en la zona verde.
En una tercera fase se abrieron zanjas en la zona de la calle Virgen de Loreto sin viviendas y frente al colegio para la instalación de conducciones de agua también se instalaron nuevas farolas y se realizaron conducciones eléctricas y nuevas tomas para las parcelas que se edificarán en el futuro.
En la última fase se realizó la apertura de zanjas para instalación dotacional en la calle Barberán y Collar. Dio la sensación por parte de la empresa de que sabiendo que no iba a continuar con las obras abrió largas zanjas dejando los escombros allí.
Según los miembros de la Asociación de Vecinos Ciudad del Aire el conflicto puede tener que ver con una posible plica a la baja que presentó al concurso abierto por el INVIED la empresa adjudicataria. El instituto propietario de la colonia proyectó y presupuestó la obra en 5 millones de euros y sin embargo la empresa presentó una oferta por algo más de 2’5 millones de euros, prácticamente la mitad. La obra se le adjudicó pero el conflicto no tardó en producirse. La empresa adujo que los planos no eran correctos y que por tanto los cálculos que había hecho se le quedaron cortos.
Paralización de las obras
Fue así como se produjo la primera paralización o ralentización de las obras que finalmente se solventó pero que evidentemente retrasó la urbanización del barrio. La realidad es que en una situación de conflicto abierto entre el INVIED y la empresa adjudicataria inicialmente, los grandes perdedores fueron los vecinos del barrio.
Hoy es ya un recuerdo cada vez más lejano las condiciones en las que los autobuses de la línea 3 atravesaban el barrio, cruzando las calles Barberán y Collar y Virgen de Loreto. Los baches tenían cada vez más profundidad y los parcheados no contribuían a que la conducción fuera normal.
A la vuelta del puente del mes de diciembre de 2015 las obras se paralizaron de forma definitiva ya que fueron despedidos los obreros contratados y se recogió maquinaria y vehículos.
Reanudación de las obras
Fue en el año 2018 cuando con la mediación del Ayuntamiento en un litigio entre el INVIED y la empresa, las obras se reanudaron. Esta vez los trabajos se adjudicaron por un precio de 4 millones a la empresa pública Tragsa. Sí es cierto que estos trabajos han discurrido muy lentamente, puesto que han sido casi tres años contando la pandemia y su confinamiento, que también se unieron a la fiesta de una obra demasiado larga para lo que estaba previsto.
El 11 de noviembre se dieron por finalizados oficialmente los trabajos: Viales, aceras, luminarias, mobiliario urbano, zona verde y deportiva y algo que se ha unido al proyecto y que llama la atención y es el paseo vegetal situado entre la calle Virgen de Loreto y la A-2 que actúa como pantalla de insonorización y que forma parte del anillo norte que circunvala Alcalá.
Y por supuesto, la rotonda, de nueva creación que hace más fluidas las entradas y salidas del barrio, y el avión C-101 que la corona, aeronave cedida por el Ejército del Aire para que se complete a lo largo de la antigua carretera de Meco el reconocimiento de Alcalá a los tres ejércitos: la Armada con el ancla, el Ejército del Aire con el avión y el Ejército de Tierra con su homenaje a los paracaidistas.