Alcalá de Henares, 24 de noviembre de 2024.- En el hospital Príncipe de Asturias quedan profesionales que aún recuerdan aquella intervención como una de las más complejas y difíciles no tanto desde un punto de vista médico como por las especiales características de la misma. De aquella intervención tuvo conocimiento el semanario PUERTA DE MADRID hace casi 30 años y la noticia fue muy comentada por entonces.
Fue de madrugada cuando un camionero vasco de 43 años ingresó por su propio pie en el servicio de urgencias del hospital Príncipe de Asturias, puesto que se había introducido un consolador por el ano y no podía extraerlo del recto. El camionero se encontraba de paso por Alcalá y se dirigió urgentemente al centro hospitalario porque le resaltaba imposible sacarse el vibrador que se había introducido.
El servicio de urgencias del hospital Príncipe de Asturias utilizó diversos procedimientos para extraer el artilugio después de realizar una radiografía del paciente y comprobar los posibles daños que tenía el paciente. El aparato se encontraba en funcionamiento. El personal sanitario de guardia en el servicio de urgencias intentó en un primer momento extraer el aparato utilizando lavativas que provocaran el deslizamiento del objeto hacia el exterior. No siendo posible lograrlo de esa manera, los facultativos lo consiguieron anestesiando al paciente y extrayéndoselo provocando la dilatación del conducto. Una vez solucionado el problema, el camionero fue dado de alta, por lo que continuó su viaje. El camión que conducía transportaba precisamente un cargamento de juguetes sexuales de este tipo.
Las dificultades de aquella intervención estribaron en la manera de extraer el aparato, pero también en las características del ingreso ya que el paciente llegó al hospital visiblemente azorado por la situación, que también tuvo un componente psicológico importante.
Del mismo modo se recuerda una intervención parecida con una mujer en urgencias, la cual ingresó con una botella de vidrio de un conocido refresco introducida en su vagina, la cual le hizo vacío sin que pudiera extraerla. En aquella ocasión los facultativos resolvieron romper con mucho cuidado el vidrio para que la victima no tuviera ningún corte y que los restos pudieran salir con seguridad.