Madrid, 15 de enero de 2024 | Un estudio reciente, publicado en la revista European
Journal of Preventive Cardiology y liderado por investigadores de la Universidad Autónoma
de Madrid (UAM), IMDEA Alimentación y el área de Epidemiología y Salud Pública del
Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBERESP), revela que la dieta atlántica se
asocia con una menor mortalidad en España, República Checa, Polonia y Reino Unido.
Esta dieta, rica en pescado, carne, lácteos, verduras, legumbres, patatas y pan integral,
es el resultado de siglos de adaptación a las condiciones geográficas y meteorológicas de
Galicia y el norte de Portugal. La proximidad al Océano Atlántico favorece el consumo de
pescado, mientras que los pastos abundantes propician la ganadería y, con ella, el
consumo de carne roja, embutidos de cerdo y lácteos.
Los productos de la huerta, como patatas, verduras y legumbres, son pilares de esta dieta,
frecuentemente consumidos en caldos. El pan, generalmente integral, se elabora con
centeno, maíz o trigo. Mientras que, tradicionalmente, las comidas se acompañaban de vino.
Investigaciones previas de los mismos autores habían mostrado que las personas que
seguían una dieta atlántica presentaban mejores indicadores de enfermedades
cardiovasculares y un riesgo reducido de infarto de miocardio y mortalidad. Sin embargo,
estas investigaciones se habían centrado exclusivamente en poblaciones españolas,
generando dudas sobre su aplicabilidad a otros contextos.
El nuevo estudio buscaba verificar si los beneficios de la dieta atlántica se extendían a
otros países europeos. “Se trataba de ver si los individuos que tenían un patrón de
alimentación más parecido a la dieta atlántica morían menos que los demás y, por otro
lado, si estos resultados eran similares en España y los demás países incluidos en el estudio”, detallan los autores.