Alcalá, 29 de febrero.- El Puert@ ha podido saber que están avanzadas las conversaciones que posibilitarían que el cuartel de la compañía de la Guardia Civil en Alcalá cambiara su actual ubicación en la calle Sigüenza 1 con la construcción de un cuartel en la antigua residencia de suboficiales en los Cuatro Caños, concretamente el edificio cerrado en estos momentos que se encuentra entre la Avenida de Guadalajara y las calles Sebastián de la Plaza y Antonio Machado. El ministerio de Defensa, propietario de ese edificio y del solar en que se encuentra ya ha comunicado su disposición para ceder el inmueble al Instituto Armado y que tan sólo habría que formalizar la cesión, A partir de ahí ya se entraría en una cuestión puramente económica; habría que analizar el estado en que se encuentra el edificio y las obras de rehabilitación necesarias para convertir el espacio en un cuartel para la plana mayor de la compañía desde la que se dirigen los puestos de la comarca, concretamente los de Villalbilla, Daganzo, Loeches, Meco, Mejorada del Campo y Torrejón de Ardoz.
La cuarta compañía de la Guardia Civil tiene desplegados en la demarcación unos 400 efectivos y en el puesto de mando de Alcalá hay unos treinta guardias que unidos a los 120 de la compañía de seguridad penitenciaria suman unos 150 agentes del Instituto Armado en la ciudad complutense.
El traslado desde las obsoletas instalaciones de la calle Sigüenza en el Val es algo más que necesario, es urgente por operatividad y por comodidad ya que las condiciones de funcionamiento en esos pisos concebidos como viviendas son inhumanas. Esa es una de las claves ya que para la plana mayor es muy difícil el trabajo en esos pisos que conforman el puesto de mando de la cuarta compañía. Eso es algo de lo que se viene hablando desde hace años pero que nunca se logró cristalizar. Hubo oportunidad hace casi 25 años poco antes de que se construyera el puesto de Daganzo donde se hizo una importante inversión que pudo venir a Alcalá si hubiera habido la voluntad de que se hiciera. Pero entonces sólo interesó que estuviera el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA).
Hay que recordar que la Guardia Civil se fue a esos pisos del Val cuando cerró la vieja cárcel de Alcalá, donde hoy está el Parador. Entonces la Guardia Civil tenía su cuartel en lo que hoy es el Colegio de Abogados. Desde luego que instalar un puesto del Instituto Armado en un edificio de vecinos no parecía lo más apropiado pero se hizo contra toda lógica y ahí continúa.
Por eso es necesario y urgente ese traslado a unas nuevas dependencias y por eso se habla, porque ya se ha avanzado mucho en ello, de la antigua residencia de suboficiales en los Cuatro Caños, lo que supondrá que la Guardia Civil vuelva al casco histórico de Alcalá. A favor se cuenta con que el edificio y el suelo es propiedad del ministerio de Defensa y que éste está a favor de la cesión en este caso al ministerio del Interior para convertir el edificio en el cuartel de la cuarta compañía. Sin embargo la urgencia no es tan sólo por las penosas condiciones que tienen las dependencias de la calle Sigüenza. Viene también por la probabilidad de que finalmente la plana mayor de la cuarta compañía decidiera trasladarse a unas dependencias mejores en otro de los municipios de la demarcación con lo que ello supondría de pérdida para Alcalá de una nueva tradición, la de la presencia de la Guardia Civil en su término municipal.
El otro problema tiene que ver con el exclusivamente económico. El ministerio del Interior no está demasiado por la labor de gastarse el dinero en la rehabilitación del inmueble y mucho menos en la demoliclón del mismo y la construcción de un nuevo edificio. Está más por la labor de la fórmula seguida en Villalbilla, es decir, la financiación por parte del Ayuntamiento, si no de todo el nuevo cuartel, sí al menos de una parte importante del mismo. Ahí cabría la posibilidad de las negociaciones sobre varios aspectos.
Mientras tanto el ministerio de Defensa aguarda la petición forma del inmueble por parte de la Guardia Civil para completar la cesión al tiempo que desde el Instituto Armado se tiene la certeza que independientemente del estado en que se encuentre el edificio las condiciones en las que estaría la sede de la cuarta compañía van a ser operativamente mucho mejores que las que tiene en la actualidad en la calle Sigüenza.