Alcalá, 2 de abril.- La sección tercera de la Audiencia Provincial de Madrid ha dictado sentencia definitiva de absolución de dos exconcejales del Partido Popular, Marcelo Isoldi y Javier Fernández Abad quienes apelaron la sentencia condenatoria del juzgado de lo Penal número 3 de Alcalá por un delito de prevaricación ambiental tras una denuncia presentada contra ellos por vecinos de la calle Brihuega derivada de la existencia allí de la antigua estación de autobuses.
La sentencia además de absolver a los dos antiguos concejales, deja sin efecto la declaración de responsabilidad civil subsidiaria del Excelentísimo Ayuntamiento de Alcalá de Henares, declarando de oficio las costas causadas, tanto en la primera instancia como en esta alzada y no cabiendo recurso alguno.
El caso está relacionado con la antigua estación de autobuses interurbanos de la calle Brihuega. Una instalación supuestamente provisional que el ayuntamiento mantuvo activa durante años en un estrecho callejón entre viviendas. Fueron los vecinos quienes denunciaron que dicha estación funcionaba sin licencia, provocando contaminación y ruido constantes sobre los residentes.
La sentencia aplicada se deriva de un delito de prevaricación ambiental, recogido en el artículo 329.1. del Código Penal. El texto afirma que “los condenados permitieron que la estación de autobuses de la calle Brihuega siguiera funcionando durante 24 horas al día sin licencia de actividad y funcionamiento, así como que eran perfectos conocedores de las continuas denuncias y quejas de los vecinos desde 2005, y que hicieron caso omiso de las mismas, permitiendo que la estación funcionara sin interrupción, sin respetar los límites de emisión de ruidos”. Los vecinos llegaron a sufrir durante aquellos años el funcionamiento de hasta 152 autobuses en turno de mañana, casi medio centenar cada tarde y varias decenas en horario nocturno.
La condena derivada de la sentencia judicial del juzgad de lo Penal número 3 sorprendió por su contundencia ya que condenaba a ambos ediles a un año y nueve meses de prisión e inhabilitación especial para el derecho al sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, multa de 15 meses con una cuota diaria de 15 euros, inhabilitación especial para empleo o cargo público durante 8 años y pago por mitad de las costas procesales. No tuvieron que entrar en la cárcel al ser la pena inferior a dos años, pero les dejaba antecedentes. Ahora todo eso ha desaparecido con la sentencia absolutoria.
El exconcejal Marcelo Isoldi ha enviado a esta redacción una carta que publicamos en su totalidad.
POR FIN TODO QUEDA CLARO
El pasado lunes 25 de marzo hemos conocido por fin la sentencia definitiva
dictada por la sección no 03 de la Audiencia Provincial de Madrid, en grado de
apelación, del Procedimiento Abreviado no 23/18 procedente del Juzgado Penal
no 3 de Alcalá de Henares. Dicha resolución la deja sin efecto y en su lugar se
absuelve libremente a Francisco Javier Fernández Abad y a Tomás Marcelo Isoldi
Barbeito del delito de prevaricación ambiental por el que fueron condenados,
dejando sin efecto la declaración de responsabilidad civil subsidiaria del
Excelentísimo Ayuntamiento de Alcalá de Henares, declarando de oficio las costas
causadas, tanto en la primera instancia como en esta alzada. Y no cabiendo
Recurso alguno.
Han sido más de 8 años de señalamiento político, pero también personal, por una
cuestión que, en todo momento, y desde el primer día, se trasladó que era
sobrevenida. Por fin queda demostrado que no hubo en ningún momento
ninguna intencionalidad, ni mala praxis, ya que se intentó buscar siempre una
solución atendiendo a los vecinos, y reconociendo la problemática que sufrían.
Durante los únicos dos años que ostenté la delegación de la Concejalía de
Movilidad (julio 2012-julio 2014) se actuó y avanzó notablemente en la resolución
de dicho problema que pasaba por la reubicación de dicha estación (subida y
bajada de viajeros, y despacho de billetes) en la calle Brihuega a otro
emplazamiento, y que provenía del año 1990. Siendo en marzo de 2015 cuando
se transforma dicha zona en una plaza peatonal para uso y disfrute de los vecinos,
sin que circule ni tenga parada ninguna línea de autobuses.
Como ya comenté en mi despedida, siempre he entendido la política para servir
a los ciudadanos, representarlos y ver de qué manera se podían sacar sus
demandas adelante, tras estos años como concejal lo que más orgulloso me hace
sentir, es haber dado respuesta a peticiones y necesidades, desde la cosa más
simple o pequeña, a la más grande o complicada. Siempre he trabajado para
contribuir al máximo a hacer más amable la vida de los alcalaínos, pudiendo
afirmar orgulloso que jamás he cometido ninguna irregularidad, algo que el
tiempo y la Justicia ha confirmado.
En el trabajo realizado durante tantos años, en las distintas delegaciones
ostentadas, siempre ha primado el interés por hacer de Alcalá de Henares la gran
ciudad que es hoy.
Ahora sería el momento de que aquellos que en su día alzaron la voz y
emprendieron una cacería personal, sin otro propósito que el rédito político (al
final se les volvió en contra, sacándolos del Gobierno de la ciudad en mayo de
2023), dieran la cara y pidieran perdón por el daño causado conscientemente,
afectando a familiares, amigos y allegados que lo han pasado también mal
durante todo este tiempo. Declaraciones públicas fuera de lugar, ruedas de
prensa, intervenciones durante años en distintos plenos, y hasta solicitud de un
pleno extraordinario monográfico…. No creo que veamos ninguna rectificación al
respecto del PSOE alcalaíno, ni del actual grupo de concejales socialista en el
Ayuntamiento, que, salvo uno, estaban todos ellos la pasada legislatura.
Quiero aprovechar también para agradecer el cariño que he recibido por parte
de muchos alcalaínos que forman parte de clubes deportivos, asociaciones de
vecinos, entidades sociales o culturales, peñas festivas, hermandades y cofradías
o entidades juveniles.
No me puedo olvidar tampoco de los empleados municipales, con los que he
podido trabajar codo con codo a lo largo de tantos años, y que también me han
trasladado su respeto.
A pesar de que han pasado casi nueve años de una imputación injusta, seguida
de una sentencia desproporcionada en una causa judicial que nunca se tenía que
haber producido, el tiempo y la Justicia me han dado la razón para que mi
honorabilidad, de la que alguno dudaba, haya quedado restituida.
Gracias de corazón, seguro que nos volveremos a ver.
Atentamente,
Marcelo Isoldi