Alcalá, 13 de febrero.- “Cada día es una aventura; ya no es que no se nos respete, es que encima nos insultan cuando les llamamos la atención o incluso te llegan a decir que te busques la vida”. Quien así se manifestó es Pedro Pablo López, una persona con movilidad reducida, tanto él como su padre, que tiene placa especial concedida por el Ayuntamiento de Alcalá para poder estacionar junto a su domicilio y en otros lugares donde existen estas plazas habilitadas junto a zonas comerciales y lugares céntricos y de ocio que les facilitan su movilidad teniendo en cuenta sus limitaciones. El propio Pedro Pablo López puso una queja en el registro del Ayuntamiento pidiendo mayores sanciones para quienes sean multados por aparcar en estas plazas sin tener derecho a ellas, y para que la Policía Local actúe de forma constante.
“Cuando solicitamos que se nos permitiera utilizar plaza de aparcamiento para personas con movilidad reducida tanto mi padre como yo, se me advirtió, a mi que no conduzco, que mis hermanos no la pueden utilizar en ningún momento si no vamos con ellos mi padreo o yo. Esta bien pero estaría mejor que eso se vigilara para evitar que sistemáticamente se ocupen nuestras plazas por parte de desalmados que no tienen reducida su movilidad”, reconoció Pedro Pablo López que citó plazas en las que constantemente ve cómo son ocupadas sin ningún pudor: “En la calle José María Pereda junto a un banco y una churrería es una vergüenza. Hoy le he llamado la atención a uno que ha aparcado y me ha dicho que eran dos segundos. Cuando ha vuelto incluso me ha insultado”. Otras zonas son las existentes en las proximidades de la avenida Miguel de Unamuno y la Cuesta de Teatinos, junto al centro comercial, o en el edificio Hexágono junto al paseo de la Estación.
Esta persona insiste en que “es algo que se debería vigilar mucho más y sobre todo incrementar las sanciones porque algunos hasta se ríen cuando les llega una multa de sólo 90 euros. Yo lo que pido es que esa cuantía suba para disuadir a quienes no tienen el menor reparo de utilizar nuestras plazas”.
“Cuando te ocupan una plaza destinada a personas con movilidad reducida, cuanto tu llegas a aparcar y la encuentras ocupada te obliga a dar vueltas y a aparcar lejos de tu destino con las dificultades que ello te genera. Afortunadamente yo tengo una movilidad reducida, pero me muevo. Sin embargo mi padre no. Al final lo que haces es dejarle junto al lugar de destino y el conductor busca lugar de aparcamiento hasta que lo encuentra”, dijo Pedro Pablo López que añadió que “mientras tanto una persona con su movilidad a la perfección está ocupando la plaza que a ti te corresponde por derecho”.
Otro asunto que criticó es el descontrol en el uso de patinetes y bicicletas: “Es algo que tampoco se sanciona suficientemente. Hay un tipo que todas las mañanas va a toda velocidad con una bicicleta por la calle Empecinado. No sé. Puede ir a 50 o 60 kilómetros por hora. Cualquier día atropella a un niño o a una persona mayor”.
Falta civismo y empatía en la ciudadanía. Y peor aún… más ACCIÓN por parte de la policía local, que solo se ceba en multar a coches, en barrios en donde hay falta de espacio de aparcamiento (incluso, con cierta soberbia por parte de algunos agentes); mientras que pasan de hacer su trabajo en este tipo de casos. Aquí, es donde deben de poner el objetivo.