Samuel Ríos y su perra Farah, subcampeones del mundo de rescate de víctimas. Es el primer español en tener un campeonato y un subcampeonato mundiales. El alcalaíno consiguió el subcampeonato mundial en Finlandia.
El agente de la Policía Local de Alcalá, miembro del grupo canino de los bomberos de Madrid y miembro del ERICAM (Emergencias y Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid), Samuel Ríos Anguita, se proclamó con su perra Farah, la Pólvora Negra, subcampeón del mundo de búsqueda y rescate en escombros, en los campeonatos celebrados entre el 4 y el 8 de septiembre en la localidad de Vantaa, en Finlandia.
La localidad del área metropolitana de la capital finlandesa Helsinki acogió el vigésimo octavo campeonato mundial IRO (la organización internacional de perros de búsqueda y rescate). Después de proclamarse el año pasado campeón del mundo, Samuel Ríos se proclamó subcampeón en esta edición, lo que sin duda alguna pone un mayor valor al entorchado mundial conseguido el pasado año en una disciplina con una gran igualdad y que adiestradores que tienen un excelente nivel como los austriacos y como los italianos.
Estar dos años consecutivos en los dos primeros cajones del podio mundial no está al alcance de muchos adiestradores. El policía local complutense Samuel Ríos Anguita tiene con su perra Farah una perfecta simbiosis que les permite prestar servicio en cuerpos de emergencias como el ERICAM o como los bomberos del Ayuntamiento de Madrid. Y todo ello ha sido gracias al trabajo desarrollado por Ríos en el adiestramiento de la perra y la singularidad que tiene esta, un animal dotado de unas magníficas condiciones. Farah la Pólvora Negra es una perra de raza pastor belga malinois.
El año pasado el adiestrador con su perra fue el primer español en proclamarse campeón del mundo en esta dura disciplina de adiestramiento. Además lo hizo en un concurso perfecto en el que sorprendió a los jueces, puesto que nunca habían otorgado 200 puntos a un perro en la labor de búsqueda en el concurso específico en estructuras colapsadas y escombros, la prueba reina de estos campeonatos del mundo.
Este año el adiestrador y su perra han vuelto a realizar un magnífico papel pero la calidad de los otros competidores ha sido tal que un mínimo fallo le dejó en segunda posición del campeonato por detrás del italiano Alarico Sberlati con su perro Cohete de Krummholt, que compitieron bajo bandera eslovena debido a la competencia que hay entre los italianos, que al no poder entrar todos en el equipo nacional transalpino, lo hacen acogidos por otros países. Fueron muy pocos puntos los que no permitieron a Ríos Anguita y Farah revalidar el título de campeón mundial conseguido en Austria. Sin embargo este subcampeonato no es una decepción sino un nuevo éxito al mantener el adiestrador y su perra en lo más alto de la clasificación de rescate entre escombros.
De la dureza de este campeonato habla claramente el hecho de que no accede a él cualquier perro; su adiestramiento debe ser prácticamente perfecto y para competir cualquier adiestrador debe pasar al menos tres cortes sin contar el definitivo
del mundial, para el que sólo se clasificaron poco más de medio centenar de perros de todo el mundo. Pero además entre ellos hay una gran competencia ya que son sólo una decena los que pasan a la final.
A estos diez fueron a los que valoraron los jueces después de completar el concurso con los estándares de la organización internacional de perros de búsqueda y rescate, es decir, localizaron a todas las posibles víctimas enterradas en escombros, lo hicieron de forma diligente y atendiendo en todo momento las órdenes de su adiestrador. No se puede desdeñar que estos niveles de exigencia son altísimos puesto que de estos perros y de sus adiestradores depende salvar vidas humanas en desastres humanitarios.