Alcalá de Henares, 2 de septiembre de 2024.- El desfile de carrozas con el que acabaron las ferias volvió a ser multitudinario pero menos que la Cabalgata de Reyes. Anoche, 1 de septiembre, en plena operación retorno de las vacaciones, para muchos alcalaínos las carrozas todavía quedaron lejos pero muchos otros pudieron disfrutar del evento que más público reúne y más expectación crea. Y, como siempre, se hizo bueno el refrán que dice que a cada uno habla de la feria según le va en ella. Hubo a quienes las carrozas les gustaron y a quienes no.
No faltaron las comparaciones eternas con Torrejón de Ardoz y al final la conclusión es que siendo un desfile de carrozas de formato medio, sin echar el resto como lo echa la vecina localidad en su cabalgata de Reyes, el desfile de carrozas de Alcalá tuvo un aceptable nivel.
Regresaron las carrozas de Castro Urdiales (Cantabria) a Alcalá después de muchos años, pero no lo hicieron aquellas grandes carrozas que vinieron en la época en que el promotor artístico de las ferias era el fallecido Martín González, aquellas enormes carrozas articuladas con miles de luces led. Sin embargo, estas carrozas cántabras lograron que se viera algo distinto a los últimos años y hubo algunas francamente bellas. Se echó de menos la presencia de la Brigada Paracaidista tirando de las carrozas con sus todoterrenos.
En cuanto al nuevo recorrido, sí que es cierto que parece más cómodo para los espectadores, que pudieron ver el paso de las carrozas sin grandes agobios. Las carrozas lucen mejor con la distancia a la que se las ve en una avenida amplia como es la Vía Complutense. Otro aspecto es la poca luz que hay en la calle Libreros y que se nota mucho en un evento como es el desfile de carrozas. Pero cortar durante horas el gran eje circulatorio de Alcalá no es algo agradable para muchos alcalaínos por los problemas que genera.
Hemos hablado de las carrozas y ahora vamos a hacerlo de los tres pasacalles que hubo, además de los habituales de la comparsa de gigantes y cabezudos, siempre sobresaliente y que inició el desfile, o la de los Pequeñantes, inscrita en el concurso de comparsas con su propuesta de disfrazar a los autores de los pequeños gigantes con el motivo de éstos.
El primero de los pasacalles fue el de los hinchables que representaban a los Click, los populares muñecos que son el juguete predilecto para muchos niños y adultos. El segundo fue el pasacalles de zancudos y malabares con una peculiar carroza que representaba una casa encantada. Buena propuesta local puesto que ese pasacalles es alcalaíno aunque tiene su sede en Torrejón. El tercero de los pasacalles fue aún más sorprendente. Se denominaba ‘La in-justa’ y cerró el desfile de carrozas. Procedente de Jerez de la Frontera (Cádiz) eran seis caballos y caballeros participantes en una justa medieval para conseguir en matrimonio a la princesa, la hija del Rey, que se encontraba en un torreón-carroza, algo que a la princesa desde luego no le gustaba. Los seis caballos, perfectamente ambientados, eran muñecos y bajo las gualdrapas de los caballos iba oculto un segway, un vehículo de movilidad personal que era el que hacía avanzar al caballero.
Caramelos
Esta vez no se oyeron quejas por falta de caramelos. Se repartieron 4.000 kilos pero sobre todo hubo un reparto constante de los mismos gracias a unas furgonetas con cajas que acompañaron a las carrozas en su recorrido y a puntos fijos de avituallamiento a lo largo del mismo. Por fin parece haberse encontrado una solución a ese problema. Como nota curiosa, en este desfile las damas de ferias iban al principio de la comitiva en dos carrozas, ya que en una no cabían todas.