Alcalá de Henares, 5 de noviembre de 2024. Hoy se ha celebrado la segunda jornada del juicio contra el conductor de ambulancias que, en marzo de 2021, acabó con la vida del enfermero del hospital de Alcalá, Sergio L.G. .
En la sesión celebrada en la sala cuarta de la Audiencia Provincial, agentes de la Policía Nacional han relatado la brutalidad del ataque. La víctima presentaba múltiples cortes en diversas partes del cuerpo, incluyendo uno que le degolló el cuello y otro que le causó una herida en los testículos, todo ello realizado con un cuchillo jamonero de 28 centímetros.
Como ya ha informado elpuerta.com, la Audiencia Provincial juzga desde ayer a Gonzalo R. I., de 42 años, por los incidentes ocurridos el 6 de marzo en el Hospital Príncipe de Asturias. Este individuo ingresó al centro alrededor de las 13:45 horas, vestido con su uniforme de conductor de ambulancia y portando un arma, con la intención de encontrar a Sergio L.G., ya que mantenía una relación sentimental con su pareja en ese momento.
El procesado admitió haberle cortado el cuello por celos, argumentando que experimentó un trastorno mental transitorio tras escuchar a la víctima mencionar que iba a continuar “violando” a su entonces pareja y a su hija menor.
Los agentes de la Policía Científica que realizaron la inspección ocular en la escena del crimen han comparecido en la sesión, junto con los miembros de la Brigada de Policía Judicial, quienes se encargaron de tomar declaraciones a los testigos y de recopilar las imágenes de las cámaras de seguridad.
Las lesiones en el cadáver eran significativas, con cortes visibles en las piernas y en los ojos. “Había salpicaduras de sangre en las paredes”, ha especificado uno de los agentes. Las imágenes del reportaje fotográfico que se incluyen en el atestado, donde se observa a la víctima fallecida sobre un gran charco de sangre, han sido vistas por los miembros del Jurado popular.
Un volcado de imágenes de las cámaras de videovigilancia del hospital fue llevado a cabo por la Policía, revelando al acusado deambulando durante media hora en busca de Sergio, con un cuchillo guardado en su bolsillo. Esto contradice la declaración del procesado, quien afirmó que ingresó para buscar a su pareja y posteriormente salió a por un cuchillo.
Al identificar a la víctima, comienza a perseguirla y agredirla hasta que es arrestado. Su uniforme de conductor de ambulancias le facilita el desplazamiento por el hospital. “Desde el primer momento entra con el cuchillo”, ha señalado.
Uno de los agentes respondió a las preguntas del abogado defensor sobre la posibilidad de que estuviera buscando a otra persona, refiriéndose a la exnovia del agresor, indicando que está revisando diferentes estancias y que cuando localiza al fallecido, lo ataca.
En la sala de enfermería, el agresor fue detenido por la Policía mientras continuaba atacando a la víctima, que yacía ya sin vida en el suelo. Para prevenir cualquier ataque con el cuchillo, utilizaron escudos protectores.
La solicitud de la fiscal es de 21 años de prisión por un delito de asesinato. Por su parte, los padres y los hijos demandan 25 años de cárcel al considerar que se presentan todas las agravantes propias de un asesinato, tales como el ensañamiento y la alevosía.
Los hechos son calificados por el abogado defensor como un delito de homicidio, argumentando una eximente completa debido a un trastorno mental transitorio. Además, plantea de manera subsidiaria una atenuante por arrebato y trastorno mental transitorio.