Alcalá de Henares, 12 de noviembre de 2024.- El acusado del crimen de un agricultor de 70 años de edad, cometido el 22 de mayo de 2022 en una asociación de Camarma de Esteruelas ha admitido en el juicio que le apuñaló por la espalda sin mediar palabra y sin que ése le viera previamente, lo que lleva a una condena por un delito de asesinato ante la imposibilidad de la víctima de defenderse de su agresor. La familia del agricultor de Camarma pide para el acusado, M.A, de 43 años y nacionalidad marroquí, la condena de prisión permanente revisable.
Antonio Alberto, de 70 años, ciego de un ojo y con movilidad reducida, salió al jardín el día del crimen a alimentar a los animales y se topó con un ladrón que le apuñaló en repetidas veces. Murió dos semanas después en el Hospital 12 de Octubre.
El juicio por este crimen ha arrancado esta mañana en la Audiencia Provincial de Madrid con la selección del jurado popular que enjuiciará los hechos y con la declaración del procesado.
El fiscal solicitaba once años y medio de cárcel por un delito de homicidio y otro de robo con fuerza en casa habitada, mientras que la acusación particular pedía la condena máxima al considerar que se podría aplicar una prisión permanente revisable.
Sin embargo, el fiscal y la acusación particular han modificado su calificación jurídica ante el reconocimiento de los hechos por parte del acusado. Ahora, sendas partes reclaman nueve años de cárcel por un delito de asesinato con la agravante de alevosía con una eximente incompleta por alteración psíquica.
HECHOS JUZGADOS
El escrito de acusación señala que M. A. se personó el 22 de mayo de 2022 en la finca “Montecillo”, propiedad de la asociación Betel, situada en Camarma de Esteruelas.
Una vez allí, y tras acceder al interior de una de las viviendas que se encuentra en el interior de la finca, se apoderó de unas botas de la marca Pikolino tasadas en 130 euros para a continuación marcharse de la misma.
Poco después, cuando el acusado se encontraba a unos cien metros de la vivienda donde había sustraído las botas, fue sorprendido por otra persona que residía en la misma finca a quien asestó varias puñaladas en el abdomen con un cuchillo que portaba.
A consecuencia de la agresión el hombre sufrió lesiones que desencadenaron en una parada cardiorrespiratoria, que le causó la muerte varios días más tarde.
Tras el incidente, M. A. se dirigió a la urbanización “El Practicante” de la misma localidad y una vez allí, se personó en las inmediaciones de una vivienda propiedad de J. G. P., y accedió a su interior, donde pernoctó en una de las habitaciones.
Tras despertarse sobre las 6:30 horas del 23 de mayo de 2023, el acusado se apoderó de un teléfono móvil y se marchó de la vivienda por la ventana del dormitorio para, a continuación, personarse en otra vivienda a la que accedió al patio interior sin que finalmente consiguiera su objetivo de ilícito enriquecimiento, al ser sorprendido por el propietario de la misma.
El acusado, que se encuentra privado de libertad desde el 23 de mayo de 2022, tiene diagnosticado un trastorno de ideas delirantes que determinó que, en el momento de los hechos tuviera sus facultades volitivas y cognitivas gravemente alteradas.
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