Alcalá, 5 de enero.- La Cabalgata de Reyes Magos de Alcalá ha dejado división de opiniones pero sobre todo, al final las lanzas se volvieron cañas y es que lo mejor fue el espectáculo que cerró el desfile, un piromusical que fue ovacionado por miles de personas, muchas de las cuales antes habían protestado porque al final apenas llegaron caramelos y por el corte que tuvo la Cabalgata por quedar atrapado uno de los pasacalles, el del Unicornio, en unos cables.
Esas han sido las sombras, como sombra fue también la calidad de alguna de las carrozas alquiladas que desfiló. Ha habido concretamente una de las carrozas alquiladas, la de una ballena con asientos en forma de trono, que no tenía nivel ni para desfilar hace cuarenta años.
Pero en cambio ha habido también luces en el desfile que merecen la pena de ser tenidas en cuenta. Es justo también destacar que el desfile se ha hecho con un contrato de adjudicación en vigor desde el anterior mandato. Esto quiere decir que el actual equipo de gobierno no ha tenido demasiado margen para desarrollar este desfile. A partir de ahí están las luces que han brillado. El cambio de recorrido desfilando por la Vía Complutense puede ser un debate en el que no habrá acuerdo entre quienes sean partidarios y quienes no lo sean. Aparentemente deja una parte positiva y es la mayor comodidad para el público derivada de la mayor longitud, ya que este recorrido supera los 2 kilómetros.
Lo peor del recorrido por la Vía Complutense es que deja el centro histórico sin apenas gente y lo que eso supone para la hostelería, y sobre todo, al cortar durante horas la principal arteria de comunicación de la ciudad, es un engorro para muchos que tratan de finalizar sus compras de regalos.
Lo mejor
Manifiestamente mejorables son las carrozas que se alquilan. Sin embargo no se puede poner peros a las de entidades que se han sumado con carrozas al desfile. En esta ocasión han sido el colegio Pablo Neruda y el Centro Extremeño. El Ayuntamiento debe estimular que haya entidades que monten y decores sus carrozas. Para ello hacen falta plataformas y estímulo económico para fomentar la participación. Ese estímulo debe ser en forma de subvención municipal o de premios.
También lo mejor ha sido la participación de academias de baile con coreografías que cada año mejoran. Este aspecto es de los mejores de la Cabalgata.
Igualmente hay que valorar muy positivamente los tres pasacalles que ha tenido la Cabalgata. Han sido pasacalles de gran tamaño con hinchables y elementos móviles que siempre son del agrado del público.
A esto hay que añadir la participación de los bomberos y de la comparsa de gigantes navideños que, no nos cansamos de decirlo, es un elemento distintivo del desfile de Reyes Magos en Alcalá.
Lo peor
Un elemento que hay que tener en cuenta es el de los caramelos. Es evidente que este equipo de gobierno se ha encontrado con un contrato en el que se contemplaba el reparto de 4.500 kilos de caramelos. Esa es una cantidad pequeña si se compara con la de otras ciudades de parecidas dimensiones a las de Alcalá e incluso menores.
Pero el de los caramelos es un asunto peliagudo que evidentemente hay que regular puesto que si los participantes en el desfile reparten todos los caramelos al principio del recorrido, al final no llegan. Eso es lo que ha ocurrido este año y eso ha provocado protestas del público, pero también de las peñas que reclamaban más caramelos ya que a cada peña se les entregaron pocas bolsas y eso que los peñistas son los que más control tienen de los caramelos y van regulando los que entregan para que lleguen al final del recorrido.
Las soluciones pasan por incrementar los caramelos que se reparten y establecer avituallamientos de caramelos a lo largo del recorrido a fin de que si alguien lanza todos sus caramelos en un tramo, hasta no llegar al avituallamiento no recibirá más.
Pero esas protestas que eran lanzas al final se han vuelto cañas con el piromusical, la gran novedad y el verdadero éxito del desfile.