Alcalá, 15 de marzo. Un jurado popular de la Audiencia Provincial de Madrid ha declarado culpable de un delito de homicidio imprudente al portero de una sala de fiestas situada en Garena Plaza, en Alcalá, que mató la madrugada del 5 de marzo de 2021 a un cliente de una patada giratoria después de que los vigilantes de seguridad echaran a la víctima y a sus amigos del local por problemas en la barra, según han informado a Europa Press fuentes jurídicas.
En el juicio, el acusado declaró que reaccionó así por miedo a las amenazas que le profirieron el fallecido y sus acompañantes, quienes iban “muy bebidos” y supuestamente le dijeron que le iban a apuñalar en la calle.
Según fuentes jurídicas, el veredicto supone un cambio en la situación procesal del acusado al llevar ya más de dos años en prisión provisional. Por ello, el tribunal tendrá que ordenar su excarcelación al contemplar el delito de homicidio imprudente penas de entre uno a cuatro años de cárcel.
El procesado se enfrentaba a una petición fiscal de 15 años y medio de cárcel por un delito de homicidio y otro de lesiones. La pareja del fallecido elevaba la petición a 21 años de cárcel por un delito de asesinato y lesiones al considerar que A. G. N. tenía la intención de acabar con la vida de Daniel.
Ahora, el tribunal tendrá que fijar la pena en base al delito de homicidio imprudente que ha determinado el tribunal del jurado conforme a los hechos declarado probados en el veredicto. Los miembros del tribunal entienden que no tuvo intención de matar.
La víctima mortal, de 41 años, murió tras recibir una patada voladora en la sien en el transcurso de una discusión con los porteros a las afueras del local después de que les expulsaran tras un incidente en la barra.
El acusado relató que los hechos se produjeron sobre las 05:30 horas a raíz de un problema con la víctima y sus amigos en la barra de la discoteca al ir el grupo muy bebido y estar agresivo. Al acercarse los porteros, les invitaron a salir mientras estos les amenazaban con apuñalarles.
“No tenía intención de matar”
“No tuve que hacerlo pero lo hice por miedo. Mi cuerpo reaccionó así por las amenazas”, subrayó el acusado, quien comentó que evitó a continuación que siguieran golpeando a otra persona en el suelo. Tras lo sucedido, se lo comentó al responsable de la discoteca y este le comentó que se fuera para seguir el protocolo.
A. G. N. se entregó a los días ante la comisaría y confesó que había sido el autor porque quería asumir lo que hizo. La Policía le habría ya identificado por las cámaras de seguridad del centro comercial Garena de Alcalá, si bien este dice que en las imágenes no se le reconocía.
“Pediría mil perdones a la madre, al padre y al hermano. No pensé que una patada fuera a provocar eso. No tenía intención de matar. Estoy muy arrepentido”, manifestó.