Fallece el primer vicario general de la diócesis de Alcalá (1991-2004) Juan Sánchez Díaz a los 95 años. Como máxima autoridad religiosa en la ciudad antes de llegar el primer obispo, Manuel Ureña, el papel de Juan Sánchez en la transición hasta la llegada del primer obispo a Alcalá fue esencial.
Alcalá de Henares, 27 de septiembre de 2024.- El sacerdote Juan Sánchez Díaz, primer vicario general de la diócesis de Alcalá de Henares tras su reinstauración en julio de 1991, ha fallecido esta mañana del viernes 27 de septiembre de 2024 a los 95 años de edad.
Juan Sánchez Díaz, sacerdote diocesano de Alcalá de Henares, nació en Santa María del Tiétar (Ávila) el 26 de junio de 1929 y fue ordenado sacerdote en Madrid el 12 de junio de 1954. En 1970 obtuvo el título de Bachiller en Teología por Comillas.
Entre sus tareas pastorales fue ecónomo en Brea de Tajo, párroco en Móstoles, ecónomo y arcipreste en Colmenar Viejo, párroco y arcipreste en Santa María Micaela del Santísimo Sacramento (Madrid), y miembro electo del consejo presbiteral de Madrid.
En 1988, el cardenal Suquía lo nombró canónigo de la Magistral, párroco de San Pedro Apóstol de Alcalá de Henares (hasta 1993) y arcipreste de Alcalá de Henares. Entre 1988 y 1991 fue abad del Cabildo Magistral de Alcalá de Henares. El hecho de ser la máxima autoridad religiosa durante ese tiempo en la ciudad complutense le hizo asumir una responsabilidad compleja que cumplió con eficacia, la de pilotar la transición entre la desmembración de archidiócesis Madrid-Alcalá y lo que suponía para la iglesia complutense, hasta la restauración de la diócesis de Alcalá y la llegada del primer obispo, el valenciano Manuel Ureña.
En 1991, con la reinstauración de la diócesis complutense, fue nombrado vicario general hasta 2004 y, en 1993, delegado para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica. En octubre de 2001 fue nombrado prelado de honor de Su Santidad. Con su jubilación siguió participando en la vida eclesiástica de Alcalá hasta que su delicado estado de salud aconsejó su traslado a una residencia de sacerdotes de la capital hasta su fallecimiento.
Como primer vicario general, y junto con el obispo Mons. Manuel Ureña y su consejo episcopal, Mons. Sánchez Díaz trabajó incansablemente en la recién creada diócesis de Alcalá, una tarea ardua.
Desde la diócesis de Alcalá de Henares se ha transmitido la dación de gracias a Dios por su vida y la petición de la intercesión de los Santos Niños Justo y Pastor para que Dios lo acoja en su seno.