Alcalá, 29 de marzo.- No ha habido lluvia, pero sí mucho frío con un aire gélido y húmedo procedente del Sistema Central. Sin embargo, ha habido calor en las almas y en los corazones, y emoción para ver la salida el Viernes Santo de la Reina de Alcalá, la Virgen de la Soledad Coronada. ¡Cuantas veces ha llorado su cofradía por no poder salir por culpa del mal tiempo! Pero esta vez ha tocado ver la Madre de Dios en la soledad por la pérdida del Hijo desfilando por las calles de Alcalá.
La Virgen de la Soledad despierta emociones en miles de alcalaínos y en muchos visitantes; la salida de su sede canónica en la calle Libreros es espectacular y produce sentimientos variados que van desde la tristeza por el momento que es para la Madre, a la emoción y a la alegría, por qué no, de ver el paso de palio de la Señora llevado por los costaleros.
La cofradía ha podido además mostrar la nueva imagen de la Virgen en el paso de misterio del Descendimiento de Cristo de la Cruz. Para completar el espectacular paso, que este año por primera vez ha llevado flores de color morado en lugar de las clásicas rojas, sólo queda la imagen de María Magdalena, y entonces se culminará un sueño para esta cofradía el de ver completo un paso que merecerá la pena ver por su belleza.
La procesión ha sido acortada ligeramente por las condiciones meteorológicas pero fue una belleza el desfile protagonizado por los dos pasos con costaleros, el del Descendimiento dirigido por el capataz Carlos Martínez, y el de la Virgen, dirigido por Carlos Casado.