Alcala, 5 de marzo.- El traumático adiós de la Brigada Paracaidista que dejó la ciudad complutense al construirse su nuevo cuartel en Paracuellos de Jarama dejó una importante cicatriz en la historia reciente de Alcalá. En efecto, la ciudad complutense venía teniendo una importante guarnición militar desde el año 1802 de forma estable con la llegada del Regimiento de Zapadores, aquellos que ha retratado en un cuadro el pintor Augusto Ferrer Dalmau abandonando Alcalá el 24 de mayo de 1808, en el contexto de la Guerra de la Independencia Española, siendo la primera Unidad Reglamentaria de todo el Ejército Español que, como tal Unidad, se levantó contra el ejército invasor francés. Desde la marcha de los paracaidistas del Ejército de Tierra, una parte de la ciudad de Alcalá ha soñado con la llegada de una gran unidad militar para mantener la tradición castrense.
No ha llegado esa gran unidad deseada pero la guarnición militar no ha dejado de crecer y se espera que siga creciendo o al menos esos son los planes del ministerio de Defensa. De hecho el acuartelamiento Primo de Rivera, en la carretera de Meco, es la base de dos unidades militares y está teniendo una creciente importancia en el despliegue logístico fe las fuerzas armadas en las misiones nacionales e internacionales en las que intervienen.
Del Regimiento de Zapadores, que asentó definitivamente a las fuerzas armadas en Alcalá en 1802 y la Academia de Ingenieros, poco después, a las dos unidades que hoy están acuarteladas en la ciudad complutense, la Unidad de Servicio de Acuartelamiento dependiente orgánicamente de la Dirección de Acuartelamiento del Ejército (DIACU). La USAC sería la antigua Unidad de Servicios de Base. Su cometido, con un teniente coronel al mando, sería el de tener el cuartel Primo de Rivera en óptimas condiciones para acoger a personal militar en tránsito hacia misiones nacionales e internacionales de España. Esto ha hecho que ya hayan pasado por el cuartel más de 9.000 efectivos de las Fuerzas Armadas, personal en tránsito a lugares donde hay maniobras militares, tanto nacionales como internacionales, o para participar por ejemplo en los desfiles del día de la Hispanidad en Madrid. Desde este punto de vista el papel que desempeña la USAC es fundamental puesto que las dependencias donde se alojan estos militares de paso tienen que estar en óptimas condiciones.
El trabajo logístico del Grupo de Apoyo a la Proyección (GAPRO II/1)
La otra unidad, y esta tiene un trabajo también esencial para los nuevos cometidos de las Fuerzas Armadas, sobre todo de cara a las misiones internacionales en las que participan, es el Grupo de Apoyo a la Proyección (GAPRO II/1). El trabajo logístico que hace esta unidad es importantísimo para hacer llegar a los miembros de las Fuerzas Armadas Españolas desplegados por todo el mundo. La ubicación estratégica del cuartel Primo de Rivera, muy cerca de la Base Aérea de Torrejón, es fundamental para que esta unidad desempeñe su trabajo perfectamente desde Alcalá. Se trata de una unidad dependiente de la Brigada Logística (BRILOG) que da sostenimiento logístico a las operaciones y ejercicios en el exterior del Ejército de Tierra pero también en territorio nacional.
En 2022, el GAPRO realizó 90 activaciones distintas, entre ellas las operaciones de apoyo a Ucrania, y también ha participado en la evacuación de colaboradores afganos y sus familias. No tenemos datos de 2023. Desde el GAPRO se presta apoyo humanitario y material que es enviado a diferentes partes del mundo. Su misión es la generación de estructuras operativas necesarias para gestionar, coordinar y ejecutar la transferencia de recursos en terminales aéreas o terrestres. El GAPRO dispone de cinco terminales permanentes en España, cuatro marítimas y una aeroportuaria, la de Alcalá, punto neurálgico, ya que todos los recursos que tengan que ser desplegados o que tengan que volver de zona de operaciones tienen que pasar por el acuartelamiento Primo de Rivera, de ahí la importancia creciente de la unidad, que incluso se especula con su crecimiento inmediato con más personal. En estos momentos al mando de la unidad está el teniente coronel de Caballería, Francisco Quesada.
En total en estos momentos la guarnición militar de Alcalá está formada por unos 350 hombres y mujeres, muchos de ellos y ellas con alta capacitación, que es lo que se requiere para forma parte del GAPRO. En esta capacitación está el dominio de idiomas puesto que se trabaja con personal de países de destino de las unidades españoles en misiones o maniobras internacional en el contexto de la OTAN.
Son muchos menos militares que los que llegó a haber en Alcalá en los años sesenta o setenta del siglo XX, pero son los herederos de la tradición castrense alcalaína y la nueva semilla de la que germinan, de la que ya están germinando, los militares españoles del siglo XXI.