Hoy se celebra el Día Internacional de la Tartamudez para crear conciencia, eliminar la discriminación y ofrecer oportunidades para quienes padecen este trastorno que consideran frustrante en muchos casos.
Alcalá de Henares, 22 de octubre de 2024.- ¿Sabían que Miguel de Cervantes era tartamudo y que nunca llegó a superar este trastorno? Hoy es el día de la Tartamudez, también conocido como el Día Internacional de la Conciencia del Tartamudeo, y que se celebra para apoyar a las personas que sufren esta condición. Historias como la de Miguel de Cervantes, o como la del rey Jorge VI de Inglaterra, padre de la reina Isabel, cuya película fue premiada por sacar a la luz dicho trastorno, muestra cómo una persona tartamuda consiguió convertirse en uno de los líderes más influyentes durante la Segunda Guerra Mundial. Y es que muchos famosos han conseguido triunfar pese a sufrir este tipo de condición como Winston Churchill, como Charles Darwin, como Marilyn Monroe, como Bruce Willis, como Nicole Kidman o como el emperador romano Claudio.
El duque de York se convirtió en rey de Inglaterra con el nombre de Jorge VI (1936-1952), tras la abdicación de su hermano mayor, Eduardo VIII. Su tartamudez, que constituía un gran inconveniente para el ejercicio de sus funciones, lo llevó a buscar la ayuda de Lionel Logue, un experto logopeda que intentó, empleando una serie de técnicas poco ortodoxas, eliminar este defecto en el habla del monarca. La película ‘El discurso del Rey’ es icónica para quienes padecen este trastorno.
Tartamudez es la palabra con que generalmente conocemos a la espasmofernia, disfernia o disfluencia del habla. Se trata de un trastorno comunicacional que tiene como característica la interrupción involuntaria al hablar y viene acompañada de miedo, estrés, así como de tensión muscular en la cara y el cuello.
Las disfluencias consisten en repetir sonidos, sílabas o palabras, en estirar un sonido o en detenerse repentinamente en medio de una sílaba o palabra. En ocasiones, junto con el tartamudeo, se puede presentar movimientos de cabeza, parpadeo rápido o temblores en los labios. La tartamudez puede empeorar cuando está estresado, emocionado o cansado.
La tartamudez puede ser frustrante, porque quien la padece sabe exactamente lo que quiere decir, pero tiene problemas para decirlo. Puede dificultar comunicarse con otras personas. Esto puede causar problemas en la escuela, el trabajo y las relaciones.
La causa específica que genera este desorden no se ha encontrado aún, pero diversos estudios demuestran que es en un 80% hereditaria y en un 20% de origen bioneurológico.
Según la Fundación Española de la Tartamudez, cerca del 2% de los adultos y el 5% de los niños tartamudean, lo que supone alrededor de 800.000 personas en España. En su mayoría, afectando más a hombres que a mujeres en una proporción de cuatro a una. La genética, el desarrollo infantil, la fisiología del cerebro y la dinámica familiar son factores que contribuyen a sufrir esta dificultad. Aunque la mayoría consigue superarlo.
Existen diferentes tratamientos que pueden ayudar con la tartamudez. Algunos de estos pueden ayudar a una persona, pero no a otra. Un trabajo conjunto con el patólogo del habla y el lenguaje ayudará a encontrar el mejor plan para usted o su hijo. El plan debe tener en cuenta por cuánto tiempo ha tartamudeado y si hay otros problemas del habla o del lenguaje. Para un niño, el plan también debe tener en cuenta su edad y si es probable que supere la tartamudez cuando crezca.
Es posible que los niños más pequeños no necesiten terapia de inmediato. Sus padres y maestros pueden aprender estrategias para ayudar al niño a practicar el habla, lo que puede ayudar en algunos casos. Como padre, es importante mostrarse tranquilo y relajado cuando su hijo habla. Si su hijo se siente presionado, puede resultarle más difícil hablar. Es probable que el patólogo del habla y el lenguaje quiera evaluar a su hijo con regularidad para ver si necesita tratamiento.
La terapia del habla puede ayudar a niños y adultos a minimizar la tartamudez. Algunas técnicas incluyen: Hablar más despacio, controlar la respiración y avanzar en el habla en forma gradual, desde respuestas de una sola sílaba hasta palabras más largas y oraciones más complejas Para los adultos, los grupos de autoayuda pueden contribuir a encontrar recursos y apoyo para enfrentar los desafíos de la tartamudez.
Hay dispositivos electrónicos para ayudar con la fluidez, pero es necesario investigar más para ver si realmente ayudan a largo plazo.