Alcalá de Henares, 12 de noviembre de 2024.- La alcaldesa, Judith Piquet, ha presidido esta mañana el pleno extraordinario en el que se ha hecho entrega de la Medalla de la Ciudad en categoría de plata al CEIP Doctora de Alcalá, que cumple 50 años. Su director Óscar Campos Pérez ha recogido en nombre del centro esta distinción, en un acto en el que también han participado los alumnos del coro del colegio.
La alcaldesa ha querido dar la enhorabuena al centro por este reconocimiento y el desempeño diario que realizan en el colegio. “Sólo podemos felicitar por tanta dedicación y tan buen trabajo a su director, Óscar, y a su equipo docente, formado por cerca de 40 profesionales. También a todo personal de Administración y Servicios, y al personal de limpieza del Ayuntamiento, a todas esas personas que participan en los programas y proyectos del colegio como voluntarios y colaboradores y, por supuesto, enhorabuena a los alumnos y las familias, que son el alma del Doctora de Alcalá. Un alma bonita y luminosa que hoy aquí nos han dejado ver con sus maravillosas voces los chicos de su coro”, ha señalado.
A lo largo de este medio siglo de trayectoria, miles de escolares han pasado por las aulas de este centro, en el que actualmente estudian más de 300 alumnos. El Doctora de Alcalá es, asimismo, uno de los centros educativos de Alcalá que cuenta con la bandera verde de Ecoescuelas por su compromiso diario con el cuidado del medio ambiente, y también posee el sello de Vida Saludable que le reconoce, a nivel nacional, como un colegio que promociona la salud en todos los ámbitos para los alumnos y sus familiares.
Un colegio saludable dinámico e innovador
En este sentido, Piquet ha destacado que “el Doctora de Alcalá puede presumir con legítimo orgullo de todos esos logros y de constituir un ejemplo de lo que ha de ser un colegio saludable, dinámico e innovador. Aunque el mayor motivo de orgullo ha de ser, por encima de todo, la generosidad y la humanidad que forman parte de todas y cada una de las actividades y rutinas que se llevan a cabo en el centro. Y de ahí procede la fuerza de voluntad, el afán por saber y la capacidad de superación que hacen honor a la histórica personalidad que da nombre al colegio, la célebre Doctora de Alcalá, doña Isidra de Guzmán”.
“Disfrutad de vuestro gran cumpleaños y seguid dándonos el mejor ejemplo, cumpliendo con ese compromiso que queda recogido en el pergamino que acompaña a vuestra merecidísima Medalla de la Ciudad: impartir enseñanza, inculcar valores humanos y construir una sociedad alcalaína más culta, más cívica y más libre”, ha concluido.
La construcción del colegio Doctora de Alcalá respondió a una necesidad de dotar a la ciudad complutense de plazas educativas en pleno crecimiento urbano. La industrialización provocó en los años sesenta un significativo aumento de la población que aún se hizo mucho mayor y fue más rápido en los años setenta y ochenta del siglo XX. En Alcalá se necesitaban servicios y de manera muy especial colegios porque a la ciudad llegaban trabajadores con hijos que lógicamente necesitaban ser escolarizados.
Dos mujeres fueron las artífices de la construcción de muchos centros escolares en Alcalá. Fueron dos concejalas, Asela Sanz y Rosario Fernández Dovemans, que posteriormente fundaron la Asociación de Mujeres Demócratas Independientes Complutenses (AMDIC) quienes consideraron prioritario el aumentar las plazas educativas en Alcalá. En ese contexto el Doctora de Alcalá fue uno de los nuevos centros escolares del crecimiento de la ciudad. En torno a la calle Caballería Española, la calle del Abrevadero como la conocían por entonces muchos alcalaínos se construyeron muchas viviendas. El centro venía a dar una respuesta a la demanda de muchos padres.