Alcalá de Henares, 12 de noviembre de 2024.- Un jurado popular de la Audiencia Provincial de Madrid ha declarado culpable de un delito de asesinato al conductor de ambulancias que degolló y apuñaló en repetidas ocasiones el 6 de marzo de 2021 por celos a un enfermero del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares.
Durante una vista pública, el tribunal de jurado ha leído esta tarde el veredicto de culpabilidad al considerar que se presentan las agravantes de alevosía y ensañamiento, dado que la víctima no tuvo la oportunidad de defenderse y su agresor le apuñaló en 26 ocasiones.
Los miembros del jurado han decidido que no se aplicará una eximente o atenuante por trastorno mental transitorio, tal como solicitaba la defensa. La posibilidad de considerar una atenuante por dilaciones indebidas dependerá de lo que el tribunal determine en su sentencia.
En el informe final, la fiscal solicitó que la condena por el asesinato se incrementara de 21 a 25 años de prisión, al considerar que existían las agravantes de ensañamiento y alevosía.
Alrededor de las dos de la tarde del 6 de marzo de 2021, en la sala de enfermería del hospital de Alcalá de Henares, tuvo lugar el crimen. Armado y vestido con el uniforme de conductor de ambulancias, Gonzalo R. I., de 42 años, apuñaló en múltiples ocasiones a Sergio L. G.
En su escrito inicial, la fiscal pedía una condena de 21 años. Sin embargo, ajustó su solicitud tras conocer los informes forenses, que evidenciaron que el agresor mostró un ensañamiento con su víctima, causándole 27 lesiones incisas y penetrantes de naturaleza mortal.
La víctima, tras ser degollada por el agresor, cayó al suelo de inmediato. Sin embargo, el atacante continuó apuñalándola hasta que varios agentes de la Policía Nacional, que estaban en la sala de Urgencias vigilando a un preso, llegaron al lugar.
El procesado admitió haberle cortado el cuello motivado por celos, argumentando que experimentó un trastorno mental transitorio tras escuchar a la víctima mencionar que continuaría “violando” a su entonces pareja sentimental y a su hija menor.
Las imágenes captadas por las cámaras de videovigilancia contradicen su relato, ya que evidencian su entrada al hospital en busca de Sergio, donde lo atacó brutalmente en varias habitaciones sin decir una sola palabra.
A través de las dos abogadas que representan la acusación particular, la familia pide una pena de 25 años de prisión al considerar que existen agravantes como la alevosía y el ensañamiento. Por su parte, la defensa argumenta a favor de una eximente total debido a un trastorno mental transitorio o, alternativamente, solicita que se tome en cuenta una atenuante por arrebato.
Los forenses concluyeron en la prueba pericial que, aunque el acusado podría haber tenido alteradas sus capacidades volitivas, las cognitivas permanecieron intactas. Por lo tanto, se descartaría una eximente completa debido a un trastorno mental transitorio.