El año 2024 ha comenzado, en el pantano de Beleña, como ya ocurriera en diciembre, desembalsando agua. Una vez que el embalse supera el 70% de capacidad, abre las compuertas para quedarse en esa cuota, considerada de seguridad.
Así, en el mes de diciembre, y a partir del día 11, Beleña estuvo aliviando un caudal
de en torno a 20 m³/s a lo largo de diez días. Por el cauce del Sorbe aguas abajo
del pantano, se fueron 17 Hm³.
Las últimas lluvias en el mes de enero han hecho que, de nuevo, y a partir del día
16, el embalse de Beleña comenzara de nuevo a aliviar un caudal mucho mayor,
ahora de aproximadamente 30 m³/s. Así, en solo 7 días se han aliviado en torno a
otros 18 Hm³. Hasta ayer mismo, día 23 de enero, la presa de Beleña seguía
aliviando agua.
En total, y poco más de un mes, Beleña ha visto cómo se van, aguas abajo de la
presa, incluso más de 35 millones de metros cúbicos de agua. Mientras tanto, en el
resto de embalses de la Sierra Norte, la situación mejora, pero Alcorlo sigue
estando al 43% de su capacidad. Algo parecido sucede con el embalse de
Pálmaces, en la actualidad al 48%, pero con posibilidad de almacenar otros 16
Hm³, y con el de El Atance, en la actualidad al 20% de su capacidad, que podría
albergar otros 28 Hm³ más de los 7 con los que cuenta a día de hoy.
“Insisto en que son necesarias infraestructuras para evitar que tengamos que ver
como nada menos que 35 Hm³ de agua se vayan de la Sierra Norte de Guadalajara,
con la falta que nos hace el agua. El embalse de Alcorlo tiene capacidad para
almacenar otros 102 Hm³ además de los 78 que ya tiene. El agua fundamental para
nuestra agricultura, e incluso para el propio abastecimiento. Conviene no olvidar
que este verano decenas de pueblos de nuestra provincia, y también de la Sierra
Norte, han tenido que ser abastecidos con cisternas, y que si queremos luchar
contra la despoblación, una adecuada gestión del agua, es imprescindible”, señala
Alfonso Fraguas, alcalde de Cogolludo.
El Ayuntamiento de Cogolludo recuerda que la construcción de infraestructuras
hidráulicas, por ejemplo de una conexión de doble sentido entre la presa de Beleña
y la de Alcorlo, o de conexión entre Alcorlo y Pálmaces; y de aprovechamiento
hidroeléctrico, permitirían que los excedentes de una sierra -Beleña-, se pudieran
almacenar en los embalses de la otra -Alcorlo, Pálmaces y El Atance-.