Alcalá de Henares, 6 de octubre de 2024.- Alcalá de Henares ha recordado la vida cotidiana en el siglo de su máximo esplendor. Con su éxito, Crisol de Grandeza ha llegado para quedarse, y no como un apéndice del Mercado Cervantino, sino como un evento con entidad propia que quiere ser foco de atracción de recreadores históricos.
La línea que separa en un evento así el éxito de la celebración de un acto grotesco es más fina de lo que pudiera pensarse. No era descabellado pensar en el riesgo de convertir Crisol de Grandeza en una comedia bufa o que pudiera devenir en una extensión más del Mercado Cervantino, quedando sepultada por la grandeza de éste. Nada más lejos de la realidad. Alcalá se ha tomado muy en serio la celebración de estas jornadas de recreación histórica y su éxito ha sido total. Pero lo importante es que esto no ha hecho más que empezar.
Lo cotidiano del pasado más esplendoroso de Alcalá se ha hecho presente y ha permitido conocer a miles de alcalaínos cómo vivían los alcalaínos del siglo de oro, gracias a un Crisol de Grandeza que no ha sido una fiesta de disfraces sino el resultado de muchas investigaciones históricas para representar lo que fue la vida de los habitantes de una ciudad muy especial y distinta a la mayor parte de las villas y ciudades de la España de los siglos XVI y XVII. Si algo diferenciaba la vida cotidiana de los alcalaínos en aquella época era la Universidad fundada por el Cardenal Cisneros, y no sólo por los estudiantes y por los profesores, sino también por los oficios y actividades económicas que demandaba la población universitaria. comerciantes, empleados públicos, religiosos, artesanos, profesionales liberales… Y, por supuesto, damas de compañía o simples prostitutas. La Alcalá de aquellos tiempos era una ciudad bulliciosa que posiblemente no fuera consciente de la grandeza que tendría con esos estudiantes y profesores que han pasado a la historia de España.
Todo eso ha sido Crisol de Grandeza en su primera edición, con más de 300 recreadores históricos de toda España. No han faltado las gentes humildes, pero también el rector de la Universidad ejerciendo justicia y doctorando a los alumnos, convirtiéndolos en profesores de una de las mejores instituciones académicas del mundo. Y por supuesto no ha faltado la soldadesca: los Tercios españoles que eran el orgullo de la nación, el cuerpo militar más importante del mundo en su momento.
La importante de Crisol de Grandeza es que pide un hueco como actividad con identidad propia. Que esté enmarcado dentro de la Semana Cervantina, sí, pero separado del Mercado para no verse arrasado por éste. La semilla está sembrada, muy bien sembrada, y el fruto que dé va a ser excepcional y se va a multiplicar para convertir a Alcalá en estos primeros días de octubre en la capital española del Siglo de Oro, atrayendo a los aficionados a esta parte gloriosa de la historia de España.
Las posibilidades de crecimiento pueden ser enormes y, sólo por la implicación directa de muchos alcalaínos, puede crecer exponencialmente en los próximos años.