Alcalá, 1 de enero.- ¿Qué sería de la comida de Año Nuevo de la que dentro de pocas horas vamos a disfrutar sin el debate del estilismo de la retransmisión de las campanadas de Nochevieja? ¿Qué sería de esta comida sin hablar del vestido de la presentadora Cristina Pedroche? Desde El Puert@ vamos a contribuir a que este debate tenga intensidad con un análisis de lo que se pudo ver en la retransmisión.
Vayamos por partes. Algo llamativo es lo que se ha hecho público que ha cobrado Cristina Pedroche por presentar en Antena 3 tv las campanadas. 60.000 eurazos, pero claro, la vallecana lo vale porque desparpajo no le falta en la presentación y porque además está la sorpresa del vestido que luce cada año y ya ha cumplido diez. Por cierto, el cocinero Alberto Chicote cobró exactamente la mitad, que no está mal, pero dónde va a parar la diferencia.
La reina de la Nochevieja volvió a ser la Pedroche. De eso no hay duda. De su vestido se va a hablar mucho. Su diseñador Josie, con la ayuda de la diseñadora Paula Ulargui, optó por un vestido con un tejido orgánico y biodegradable a partir de gelatina, agar, glicerina y agua. Un material efímero trabajado mediante calor que, al moldearse, ha permitido crear un vestido en tonos verdes con transparencias.
Pedroche ha lucido un traje largo gelatinoso transparente, con cuello ‘halter’ y manga corta. Un diseño ajustado que dejaba ver todo el cuerpo de la presentadora, excepto el pecho, pubis y glúteos.
Y su habitual capa (con la que ha guardado el secreto del vestido hasta el final), ha supuesto un reto en clave de diseño.
Sobre una base de lana reciclada, se ha practicado un cultivo hidropónico en el que han enraizado las diferentes plantas de la capa, desvelando así un manto de amaranto rojo al que se sumaban plantas capuchinas cubriendo la zona de la cintura.
Pero también hay que destacar que la apuesta de Televisión Española ha sido muy fuerte y ha sacado del bajo nivel que sobre todo tuvo la Nochevieja de hace un año a la cadena pública estatal. La recuperación de Ramón García cuya chaqueta rosa no ha dejado indiferente a nadie, fue todo un acierto, lo mismo que la espectacularidad de la cantante malagueña Ana Mena, que después de conquistar Italia está conquistando su propio país y ha dejado muy claro esta Nochevieja que puede haber presentadora para rato.
Ana Mena ha lucido un diseño realizado por ella y su estilista Xanti de Barros sobre una propuesta de Ze García. Un vestido que bailaba entre la copla y el tango con un encaje floral de ‘rebrodé’.
Para aportar un toque distintivo y seguir siendo fieles tanto al estilo de la casa como al de la artista, el diseño se ha enriquecido con pedrería y se ha modificado el color, de negro a verde botella.
El tejido se ha realzado con distintas formas de ornamentación de cristalería en tono esmeralda, negro y platino. Adornos que se han aplicado y confeccionado de forma artesanal uno a uno en el taller de la firma.
La otra sorpresa de la cadena pública ha sido el cameo de la futbolista Jenni Hermoso, que ha elegido un modelo de la canaria Paloma Suárez, un vestido inspirado en la Copa del Mundo. Hermoso ha lucido un diseño en tul dorado bordado en pedrería y no faltó su alegato feminista después de la polémica de la celebración del mundial por parte del expresidente de la Federación Española de fútbol: “Ojalá nuestro empoderamiento traiga títulos e igualdad en 2024”, dijo la futbolista.
Dos aberturas en la cintura potenciaban la silueta de la jugadora madrileña, que ha optado por un diseño de generoso escote, con la espalda al descubierto y una pequeña cola, además de una pronunciada abertura lateral, una creación que también destacaba por marcar sus hombros.
Teniendo claro que la reina de la Nochevieja es la Pedroche, lo cierto es que Televisión Española ha recuperado terreno.
Del resto de cadenas no hay mucho más que decir que se han quedado a años luz de Antena 3 y de Televisión Española. La Sexta ha repetido con Cristina Pardo y con Dani Mateos pero el fracaso más llamativo ha sido el de Telecinco con Marta Flich a pesar de su espectacular vestido fucsia, y el montañero y aventurero Jesús Calleja.