Alcalá de Henares, 15 de abril de 2025.- Las cofradías penitenciales de Alcalá han protagonizado uno de los grandes momentos de la Semana Santa complutense hoy Martes Santo, y lo han hecho con esplendor, recordando aquella procesión general en la que participaban todas las hermandades de aquel entonces. Sin embargo eso no es lo más significativo de lo acontecido hoy; lo más importante no era el qué, ni el cómo, ni el volver a desfilar todas las cofradías unidas, sino el dónde y el a quien estaba destinado este emotivo emotivo desfile penitencial.
La de la residencia de mayores de la Comunidad de Madrid Francisco de Vitoria es la procesión a la que menos fieles asisten; apenas unas decenas. Y sin embargo es la que probablemente tenga mayor significado puesto que es llevar la celebración penitencial a quienes no pueden ir a celebrarla, a los mayores que por su estado de salud o su movilidad reducida no tienen posibilidad de ver una procesión de Semana Santa.
Tan noble y encomiable intención por parte de las cofradías ha tenido esta vez su justa recompensa. Volvía la Semana Santa a la residencia de mayores Francisco de Vitoria, algo que no ocurría desde la última vez en 2019. Y a la fiesta se ha unido el tiempo. Mientras en localidades de la Comunidad de Madrid llovía intensamente, incluso granizaba, en Alcalá incluso lucía el sol. Cierto es que las cofradías tenían su plan B, que no era otro que el de realizar en caso de lluvia un desfile dentro del amplio pasillo central. Sin embargo ha sido mucho más bonito ver a la comitiva desfilando por la zona del aparcamiento de la residencia, junto a los jardines.
En la celebración han estado todas las cofradías representadas con estandartes, penitentes y dirigentes. Han sido las dos que iniciaron esta procesión hace años, la de Jesús de Medinaceli y la del Cristo de la Agonía, las que han llevada en andas sendas imágenes. La de Medinaceli lo ha hecho con su primera imagen del Cristo, y la segunda con la imagen de la Virgen de los Dolores que compone el paso evangélico del Crucificado con la Virgen y San Juan. De este modo la procesión tenía un relato, el del Hijo de Dios cautivo y tras él la doliente Madre.
Como autoridades han desfilado el obispo complutense, monseñor Antonio Prieto, junto con el vicario general Alberto Raposo y el delegado episcopal de cofradías, Alberto Morante, así como la alcaldesa Judith Piquet, que ha desfilado con ediles del equipo de gobierno asistiendo también concejales del PSOE.
