Eran auténticos especialistas que cometían robos con el método del alunizaje por toda la Comunidad de Madrid. Tenían a las fuerzas de seguridca en jaque pero ya han caído.
La Policía Nacional ha detenido a cuatro veteranos aluniceros acusados de cometer hasta una decena de robos con fuerza en bares y salones de juego en Madrid, seis de ellos en un mismo día, tras los cuales huían en un coche de gran cilindrada.
Las detenciones se produjeron el 2 de octubre después de que la investigación comenzase en agosto tras detectarse varios robos en los que los ladrones fracturaban con mazas las puertas de acceso de los establecimientos para apoderarse de la recaudación de las máquinas de juego y las cajas registradoras.
Además de los diez atracos se les imputa el robo de una furgoneta y las lesiones provocadas a unos agentes a cuya patrulla embistieron, delitos por los que fueron puestos ante la autoridad judicial, ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Los detenidos, todos varones, actuaban en grupo y siempre de madrugada, sustraían el dinero -un total de 9.000 euros en los diez asaltos- y huían en coches de alta gama y de gran cilindrada para intentar eludir a la Policía.
Entre ellos destaca uno conocido como “Maikel”, experto conductor y encargado de las vertiginosas huidas, y el responsable de reventar las puertas, quien se jacta de ser “el mejor ‘macero’ de Madrid”.
Los cuatro detenidos, algunos de ellos veinteañeros y otros mayores, son viejos conocidos de la Policía dado que su ‘modus vivendi’ es el de los robos con fuerza. “Se dedican a ello desde que eran menores de edad”, ha explicado en declaraciones a los periodistas uno de los investigadores.
Avanzada la investigación de la denominada como operación “Tasca”, los agentes constataron que la banda llegó a cometer hasta seis robos en un solo día en diferentes restaurantes de todo Madrid. En una ocasión, con apenas 30 minutos de diferencia, asaltaron tres bares recorriendo la Comunidad de norte a sur.
Entre los locales asaltados robaron en locales de Vicálvaro, Getafe, Fuencarral, Villa de Vallecas o Usera, entre los que destacan el bar Mesón del Jamón y varios salones de juego Codere.
Los aluniceros adoptaban numerosas medidas de seguridad para evitar ser arrestados y mientras unos cometían los robos otros vigilaban. Luego huían con un Renault Megane deportivo que tenía 280 caballos de potencia, que la Policía investiga si había sido robado.
Con este mismo vehículo fue con el que embistieron a una patrulla policial antes de ser detenido el primer integrante de la banda. Poco después localizaron a los otros tres en otro turismo, procediendo asimismo a su arresto.
Cada día más esquivos
Aunque las bandas de aluniceros llevan años cometiendo robos con fuerza en Madrid, tras cada arresto perfeccionan sus métodos y complican las siguientes investigaciones.
“Siguen cometiendo fallos pero cada día son menos. Tras cada detención van aprendiendo”, ha subrayado el jefe del Grupo XXI de la Policía Nacional, a cargo de la investigación.
En Madrid, ha señalado el investigador jefe, continúan operando tres o cuatro grupos de aluniceros, muy conocidos por los agentes que les persiguen y en el hampa pero difíciles de rastrear dado que no aparecen en ninguna base de datos y solo se juntan para cometer sus actos delictivos.
