El obispo de Alcalá de Henares, Antonio Prieto, ha presidido este mediodía la misa de Todos los Santos en la capilla del cementerio municipal de San Roque, que según las investigaciones del historiador y hoy concejal de Patrimonio Histórico en el ayuntamiento de Alcalá de Henares, Vicente Pérez Palomar, no es la antigua ermita de San Roque puesto que ésta se encontraría al otro lado del arroyo Camarmilla y desapareció en la guerra de la Independencia.
A la misa que ha tenido lugar junto a la capilla ante la imagen de la Virgen del Carmen, han asistido lel concejal del Partido Popular, Antonio Saldaña , el de Vox, Antonio Peñalver y la edil del PSOE, María Aranguren. Antes, la edil del PP, Lola López Bautista, asistió con Antonio Saldaña a la procesión por el cementerio municipal de la Virgen del Carmen cuya cofradía la ha colocado junto al altar.
El obispo se refirió durante la homilía a la Resurreción de los muertos “que nos hace vivir con esperanza este momento difícil de la muerte”. Durante su homilía el obispo ha hablado de la muerte no cómo el final de un camino, sino como el inicio de la vida eterna y se refirió a la Virgen María y de manera muy especial a su advocación del Carmen como patrona de la Buena Muerte e intercesora para aliviar las penas de las almas que están en el purgatorio.
Con el obispo concelebró un sacerdote franciscano ya que es la comunidad franciscana de la parroquia de San Francisco de Asís la que presta el servicio religioso en el cementerio municipal de San Roque.
La misa contó con la participación de un cuarteto de piano, violín, flauta y soprano.
