Hoy en día sabemos que el cuerpo humano es un mecano. Un complejo sistema de
células, órganos y engranajes que depende de un delicado equilibrio para mantenerse en ese maravilloso estado de emociones, sensaciones y consciencia que llamamos vida.
Es un mecano, y sin embargo, es mucho más. Precisamente porque cada cuerpo
humano es un espécimen único, una vida valiosa, irrepetible y cargada de dignidad.
Hoy en día sabemos todo eso y hasta lo damos por obvio y por prosaico, pero a
menudo ignoramos dos cosas. La primera, que fue necesaria toda una revolución en el siglo XVI conocida como humanismo médico para que vivir o morir dejara de estar en manos de Dios y pasara a depender de la aplicación del conocimiento humano para velar por el buen estado del cuerpo y el alma.
El protagonismo de Alcalá en la revolución del humanismo médico
La segunda, que esa revolución escribió algunas de sus páginas más gloriosas en la
Universidad de Alcalá, donde se formaron grandes médicos humanistas como
Francisco Valles, Fernando de Mena o Cristóbal de Vega, y los hospitales con que ya
contaba por entonces la ciudad de Alcalá de Henares.
Para dar a conocer el enorme impacto en España y en el mundo aquella generación
de médicos, la Universidad de Alcalá (UAH) celebra, del 30 de septiembre al 4 de
octubre, la Semana de la Medicina. Su punto de partida es, precisamente, el V
centenario del nacimiento de Francisco Valles, más conocido como el Divino Vallés
catedrático de Medicina de la Universidad de Alcalá, que fuera protomédico general de Castilla y médico de Felipe II.
Pero la UAH no ha querido quedarse en la conmemoración histórica, sino que ha
querido aprovechar la efeméride para reivindicar que sigue siendo una institución de
vanguardia médica cinco siglos después de propiciar la eclosión del humanismo
médico.
El humanismo médico comenzó en la Universidad de Alcalá
Desde la fundación de la Ciudad del Saber en el año 1499 por el Cardenal Cisneros, la Universidad de Alcalá fue una auténtica revolución en distintas disciplinas, también en la Medicina, cambiando para siempre la atención sanitaria en todo el mundo.
En la Universidad de Alcalá se creó un completo sistema formativo universitario de dos años, ya que hasta entonces los médicos solo se formaban durante seis meses en un título de Artes y Filosofía, se incluyeron lecturas de autores griegos en el programa, se obligaba a hacer entre 10 y 12 disecciones parciales o totales para poder obtener el título de bachiller y se desarrolló un sistema de prácticas en los hospitales de la ciudad.
Como ya adelantábamos, el humanismo da comienzo a una nueva forma de entender la medicina. Hasta ese entonces los enfermos iban a los hospitales a morir y ni siquiera se les alimentaba, pero esa dinámica cambia de la mano de la nueva corriente de pensamiento, que retomaba la lectura de los autores clásicos y colocaba al ser humano en el centro del universo. Su lema en el campo de la medicina, Dignidad y técnica, cambió para siempre el rumbo de esta disciplina al entender que su objetivo era ayudar a los enfermos a recuperar su dignidad.
Uno de esos médicos que devolvió la dignidad a los enfermos fue el Divino Vallés.
“Este alcalaíno que vivió cerca de donde ahora está el hospital que lleva su nombre,
fue alumno y profesor en la Universidad de Alcalá y llegó a ser protomédico”, explica
Julia Buján, catedrática de Histología y Medicina Tisular de la UAH y directora de la
Semana de la Medicina.
Francisco Valles, fue una figura que velaba y examinaba a los otros médicos para que pudieran ejercer. Sus restos descansan en la Capilla de San Ildefonso y su nombre es uno de los que ocupan un lugar destacado en el Paraninfo.
Por ello, su figura se merecía un tributo de la Universidad de Alcalá y, durante la
Semana de la Medicina, la capilla de San Ildefonso acogerá un acto homenaje al
doctor en el que se descubrirá una placa en su honor en el patio de Santo Tomás de
Villanueva de la universidad cisneriana. Todo ello será el 4 de octubre, fecha en la que se conmemoran los 500 años de su bautismo.
“Como médico, ex alumno y catedrático de Medicina de la Universidad de Alcalá, me siento heredero de aquellos excepcionales médicos humanistas de los siglos XVI y XVII. Su legado y su historia es inigualable. Y es mi deber preservarlo y hacer que evolucione y crezca”, detalla el rector de la Universidad de Alcalá, José Vicente Saz.
Los primeros hospitales universitarios
Valles fue médico de cámara del Rey y puso en práctica el conocimiento teórico de las clases que se impartían en los teatros anatómicos de los hospitales universitarios. El primero de ellos fue el alcalaíno Hospital de Antezana en el que se atendía a personas con pocos recursos, pero en la ciudad de Alcalá también existían otros hospitales como el de San Lucas y San Nicolás o el de Santa María la Rica donde los frailes y monjas dejaron de cuidar a los enfermos moribundos para dejar paso a médicos con formación universitaria.
Esta sabiduría fue expandiéndose a otras universidades y hospitales, españoles y de la América virreinal. Justamente de allí llegó un alimento que aumentó la esperanza de vida de los enfermos: el chocolate.
Como cuenta Buján, “tanto en el desayuno como al mediodía se administraba
chocolate al enfermo. Es un alimento nutritivo con alto valor energético. En el siglo de Oro se empezó a tener en cuenta no solo la enfermedad, sino el estado general de la persona para superarla”.
Exposiciones, conferencias y presentaciones
La conferencia inaugural de la Semana de la Medicina la dictó, el pasado 30 de septiembre, el profesor doctor Melchor Álvarez de Mon, catedrático de la Universidad y jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Príncipe de Asturias.
Ese mismo día se inauguró la exposición Cinco siglos de vanguardia médica: cómo
la Universidad de Alcalá imaginó el futuro. Estará situada en el Museo Luis González Robles del Rectorado, y su visita será libre hasta enero de 2025. En ella se puede realizar un recorrido por la vida y la obra de los principales médicos humanistas (Francisco Valles, Fernando de Mena, Cristóbal de Vega…) y el impacto que tuvieron en la evolución de la Medicina hasta nuestros días.
A todo ello se unen diversas conferencias sobre los últimos avances en cardiología,
cirugía robótica, oftalmología o salud mental. Todas ellas a puerta cerrada y dirigidas a estudiantes de secundaria y Bachillerato de Alcalá de Henares e impartidas por distintos especialistas médicos de la UAH.
La UAH forma a los profesionales sanitarios del Ejército
Además, el 3 de octubre, la Universidad de Alcalá acogerá el sorprendente simulacro de la instalación de un hospital de campaña en pleno Patio de Filósofos del Colegio de San Ildefonso. También se expondrán en la fachada de la UAH una ambulancia de la BRIPAC y un laboratorio móvil de detección de virus y bacterias de la UME.
Y es que la Universidad de Alcalá también está muy relacionada con la Medicina
Militar, ya que el Centro Universitario de la Defensa (CUD) es uno de sus centros
adscritos, lo que hace que la UAH desempeñe un papel clave en la formación de los
profesionales sanitarios del ejército que proporcionan atención sanitaria a las víctimas de conflictos armados y crisis humanitarias.
Cinco siglos en la vanguardia
Han pasado cinco siglos de todo aquello, la Universidad de Alcalá ha estado y sigue
estando a la vanguardia en la Medicina.
Su Facultad destaca hoy por la calidad en la docencia que transmite, siendo reconocida tanto en los resultados que obtienen sus alumnos en las pruebas MIR o EIR y en los rankings nacionales e internacionales.
Como hace cinco siglos, su punto fuerte en la calidad de la docencia práctica. Los
médicos que se forman en la Universidad de Alcalá realizan prácticas en los hospitales universitarios. El Hospital Ramón y Cajal, el Hospital Príncipe de Asturias, el de Guadalajara, el Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo o el Hospital Militar Gómez Ulla. A ellos se suman 40 centros de atención primaria y centros sociosanitarios de Alcalá, Torrejón, Guadalajara y Madrid.
Una de las misiones de la Universidad de Alcalá es transmitir el conocimiento a la sociedad. Lo hizo hace cinco siglos y los continúa haciendo con la Semana de la
Medicina. “No hemos querido contar la historia en sepia, sino conectarla con el
presente y con el futuro. Porque la Universidad de Alcalá, continúa promoviendo el humanismo y sigue consagrada a imaginar cómo será el futuro de la medicina”, finaliza el rector.