Alcalá de Henares, 7 de febrero de 2025.- Las alergias son la epidemia no infecciosa del siglo XXI. Eso es algo que es cada vez más evidente por que aumenta progresivamente el número de afectados y se estima que entre el 25 y el 30 por ciento de la población sufre algún tipo de alergia. Eso nos da un número de alcalaínos con alergias que supera con creces los 50.000.
Sin embargo la situación no hace más que agravarse y se calcula que a mitad del siglo XXI se puede llegar a que la mitad de la población sufra algún tipo de alergia. Llama la atención que estas patologías ya no son exclusivas -nunca lo han sido en realidad- de la primavera como consecuencia de los pólenes. Y ahí está precisamente lo llamativo porque a tenor de lo que advierte la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), están aumentando y se están agravando las alergias de invierno.
El frío puede provocar más casos de alergias e incluso agravarlas. La urticaria por bajas temperaturas, que afecta sobre todo a adultos jóvenes, o la rinitis son algunas de ellas, según alertan los alergólogos. La sensibilidad a ácaros es una de las alergias más importante en esta época del año, dado que las condiciones de temperatura y humedad dentro de los domicilios facilitan su crecimiento. El uso de ropas de abrigo o mantas facilitan su contacto con las mucosas de los pacientes. También aumentan las “alergias a las mascotas, que representan otra fuente de contacto muy intima y en los domicilios cerrados por las temperaturas invernales, aumentan su contacto y por tanto la sintomatología.
Urticaria del frío
La urticaria por frío es una reacción alérgica que se desencadena por la exposición a bajas temperaturas o la inmersión en agua fría, lo que la convierte en una condición particularmente activa durante los meses más fríos del año. Con la llegada del invierno, es común que los casos de esta alergia aumenten o que los síntomas se intensifiquen.
“La urticaria por frío afecta principalmente a adultos jóvenes y se manifiesta a
través de lesiones cutáneas que van desde habones, en los casos más leves,
hasta reacciones más graves como la anafilaxia. Ante cualquier sospecha, es
recomendable realizar un estudio alergológico en cualquier época del año para
identificar los factores desencadenantes y adoptar las medidas preventivas
adecuadas”, detalla la Dra. Carmen D’Amelio, presidenta del Comité de
Alergia Cutánea de la SEAIC.
No obstante, la urticaria por frío no es la única alergia que se ve agravada
durante el invierno. Los pacientes con rinitis alérgica o asma también pueden
experimentar un empeoramiento de sus síntomas debido a la combinación del
frío, contaminación ambiental y los hábitos típicos de esta estación.
Durante el invierno, tanto el aire interior de nuestras viviendas como el exterior
presentan mayores niveles de contaminación. Factores como el uso de la
calefacción, la menor ventilación de los hogares y el fenómeno de la inversión
térmica, que atrapa contaminantes cerca del suelo, generan un ambiente que
daña las vías respiratorias. “Los contaminantes alteran la permeabilidad de las
mucosas nasales y las vías respiratorias, lo que facilita la entrada de alérgenos,
virus y bacterias, incrementando la intensidad y duración de los síntomas
alérgicos”, señala el Dr. Juan José Zapata, presidente del Comité de Aerobiología Clínica de la SEAIC.
El frío también juega un papel esencial en este agravamiento. La exposición al
aire frío y seco puede provocar inflamación y producción de moco, mientras
que en personas asmáticas puede desencadenar broncoconstricción,
dificultando aún más la respiración. A eso se suma una mayor incidencia de los
alérgenos propios del invierno, como los ácaros del polvo, los hongos del
ambiente y los epitelios de animales. Además, algunos pólenes como el del
ciprés, que poliniza entre enero y abril, o la artemisa, que lo hace en diciembre
y enero en algunas zonas del sureste de España, también aumentan los
síntomas alérgicos.
Estrategias para prevenir y manejar las alergias respiratorias en invierno
Para mitigar los efectos negativos del frío y la contaminación en las alergias
respiratorias, es fundamental mantener las mucosas de las vías respiratorias
en las mejores condiciones posibles. Esto se logra mediante la reducción de los
contaminantes en el hogar, realizando una limpieza adecuada y ventilando las
habitaciones al menos 10 minutos por la mañana y por la noche. Es igualmente
importante mantener una temperatura y humedad adecuadas en los espacios
interiores. En casos de procesos catarrales, es esencial tratarlos adecuadamente, ya que pueden alterar la mucosa y hacerla más vulnerable a los alérgenos.
Asimismo, es fundamental diferenciar entre una exacerbación alérgica y un
resfriado común para un correcto tratamiento. “Mientras que los síntomas de
una exacerbación alérgica pueden durar semanas o mientras persista la
exposición al alérgeno, los del resfriado común suelen desaparecer en un
período de 7 a 10 días. Además, los síntomas alérgicos suelen aparecer
repentinamente tras el contacto con el alérgeno, mientras que los del resfriado
se desarrollan de forma más gradual”, explica el Dr. Juan Carlos Miralles,
presidente del Comité de Asma de la SEAIC.
Finalmente, desde la SEAIC recuerdan la importancia de adoptar medidas
preventivas y consultar con un alergólogo para un diagnóstico adecuado y un
manejo eficiente de las alergias en invierno. Con las recomendaciones
adecuadas y el tratamiento apropiado, es posible disfrutar de la temporada
invernal sin que las alergias interfieran con la calidad de vida.