Alcalá de Henares, 24 de marzo de 2025.- Esta temporada son muchas las razones por las que el Alcalá es el mejor equipo del grupo 7 de la tercera división y tiene el campeonato liguero al alcance de su mano. A la fortaleza como equipo y a individualidades muy decisivas se une un modelo de juego que pasa por el buen trato del balón, el dominio del juego siempre que se puede, el aporte de los jugadores veteranos y la calidad de muchos de los más jóvenes.
Pero junto a esto y a mucho más, ayer hubo dos detalles que son todo un símbolo de lo que hoy es el Alcalá. Fueron dos simples jugadas que guardan las esencias de toda una temporada y en las dos intervinieron defensas.
La primera de estas jugadas fue a los 60 minutos con el 1-1 en el marcador. Fue un saque de puerta del Alcalá. Pantoja puso el balón en cortó sobre Dani Marín al que le presionaba un futbolista del Tres Cantos. En esos momentos Marín se inventa un magnífico pase largo hacia el ataque complutense para ganar la espalda de los defensas tricantinos. El balón lo recibió desmarcado en la derecha Borja Sánchez que vio la posición clara de gol de Álvaro Portero. Sin embargo esa asistencia fue cortada por un defensa del equipo visitante antes de que llegara el balón al delantero centro. Recuperó Borja Sánchez el esférico e hizo algo propio de un jugador veterano que sabe lo que hace. Borja templó el juego, hizo una pausa que a priori podría parecer innecesaria pero que tenía toda la intención del mundo: la de permitir que llegara en posición franca Izan González, quien recibió la pelota en la frontal del área para recortar y disparar ajustado el palo y poner el 2-1.
La segunda jugada ocurrió a los 72 minutos. Se inició con un saque de esquina botado desde la izquierda por Borja Sánchez. La defensa del Tres Cantos rechazó y montó una contra a toda velocidad con tres toques, el último de los cuales puso a dos jugadores visitantes adelantados sobre los defensores del Alcalá. No hubo fuera de juego ya que estaban en su propio campo pero era dos y sólo tenían por delante a Pantoja que hizo lo que tenía que hacer, salir a toda velocidad para intentar llegar antes al balón que los dos atacantes. No lo consiguió y evitó hacer una falta que hubiera sido de tarjeta roja al hacer un autopase largo uno de los dos atacantes tricantinos que ya estaban sólos con la portería por delante. Fue entonces cuando con velocidad llegó por detrás el defensa alcalaíno Sergio Sousa para despejar el balón antes de que lo empujara a gol el visitante Santos. La jugada fue celebrada por el Alcalá como si de un gol se tratara y no era para menos.


