La finalización de las obras de la iglesia y apertura de esta, que prácticamente ha completado la rehabilitación del hospital de Antezana, fue una buena noticia porque ha puesto en el siglo XXI a una entidad que viene prestando un servicio asistencia desde hace más de 500 años.
Estamos ante un lugar lleno de historia, con un espectacular patio castellano, que no ha abandonado nunca su labor asistencial hasta el punto de que es el hospital en funcionamiento más antiguo de Europa.
En el Hospital de Antezana, situado en plena calle Mayor, sirvió San Ignacio de Loyola, fundador de los Jesuitas, y quizá también Rodrigo, padre de Miguel de Cervantes. Por él pasó admirándolo el mismísimo Papa Francisco en la época en que en Alcalá estudió completando su tercera probación.
El Hospital de Nuestra Señora de la Misericordia fue fundado en 1483 por Luis de Antezana, regidor de la Villa de Guadalajara, y su esposa Isabel de Guzmán, noble perteneciente a la familia Medina Sidonia, con el objetivo de atender a viajeros, pobres y enfermos. Estos actos de caridad eran habituales entre las familias adineradas con una profunda devoción religiosa. El edificio que los alcalaínos conocen como el “hospitalillo”, formaba parte del palacio en el que vivía la pareja de nobles fundadores. En 1506, tras la muerte de Isabel de Guzmán, pasó a ocupar todo el edificio.
Pocos saben en cambio que en la fachada lateral de la iglesia, donde se interrumpen los soportales de la calle Mayor, había un gran balcón del que actualmente sólo queda un gran alero mudéjar. El balcón desapareció en 1800 cuando se restauró la fachada para darle un aire neoclásico. En la misma, justo entre los dos pisos y en una hornacina, se puede ver una talla en piedra de Nuestra Señora de la Misericordia que da nombre al hospital. En la entrada existía también una fuente que el ayuntamiento decidió retirar en 1877 debido a los altercados que se producían entre los que acudían allí a por agua; no obstante, al entrar al hospital, se puede ver una placa que habla de su existencia. En ese mismo lugar pero enfrente se ha conservado el escudo de armas del matrimonio Antezana-Guzmán.
En el interior está el patio castellano, un patio cuadrado de tradición hispano-musulmana con una galería abierta con columnas de madera en la planta baja y un corredor con barandilla en la parte superior. La escalera que conduce a las dependencias de los ancianos allí acogidos es de estilo mudéjar. En las últimas obras de restauración han aparecido diversos artesonados y vigas entre las que destacan varios escudos de los fundadores, ocultos hasta entonces por falsos techos. Es en la planta superior donde también se encuentra la cocina en la que trabajó San Ignacio de Loyola de 1526 a 1527, año en el que tuvo que abandonar Alcalá de Henares al prohibirle la Inquisión que predicara, ya que no tenía licencia para ello.
La iglesia del hospital, está consagrada a Nuestra Señora de la Misericordia, siendo el templo barroco, con bóveda de cañón y una cúpula encamonada que se sobrepusieron sobre un artesonado mudéjar. Posee una imagen de notable valor artístico perteneciente al taller de Martínez Montañés y propia del barroco sevillano del siglo XVII, y un retablo dedicado a San Ignacio con pintura de Diego González de la Vega.