Alcalá, 21 de marzo.- Continúan las investigaciones de la Policía Nacional acerca del incendio ocurrido en las instalaciones del grupo Gil en el número 133 de la Vía Complutense ocurrido hace hoy dos días. Diversas fuentes han confirmado a Elpuert@ que el origen pudo estar en la instalación eléctrica, y se estudia de hecho que pudiera ser en un plafón con luz en la zona de taller donde pudo producirse un cortocircuito que iniciara el incendio. Es una de las versiones que el mismo día 19 se valoró in situ.
Lo que sí ha llamado la atención es la celeridad con la que se propagó el incendio. Desde que se dio el primer aviso al teléfono de emergencias 112 las primeras asistencias, que fueron las de la Policía Local de Alcalá, tardaron menos de dos minutos en llegar al lugar. Ya por entonces se percibía una importante columna de humo por lo que los propios agentes pidieron la presencia de bomberos, incluso antes de llegar al concesionario del Grupo Gil Motor.
Allí la propietaria intervino pidiendo el desalojo de todo el personal ya que la carga de humo era muy importante. Hubo incluso un intento por sacar del interior algunos coches pero los agentes policiales vieron que una de las paredes de separación de la zona de taller y garaje de la zona de exposición se estaba agrietando y se notaban las llamas, ordenando en esos instantes el desalojo completo. Segundos después esa pared se desplomó abatida por las llamas.
Oficialmente no hubo heridos puesto que no fue necesario el traslado de ninguna persona al hospital. Sin embargo, hasta seis personas fueron atendidas in situ en el lugar de los hechos recibiendo oxígeno por la inhalación de humo que sufrieron. Todas esas personas fueron dadas de alta en el lugar.
Los daños han sido muy cuantiosos y al menos cuatro vehículos quedaron destruidos. Diversas fuentes han aclarado que las explosiones que se oyeron y que alarmaron a las personas que estaban en el exterior fueron sobre todo al quemarse las ruedas de los coches.