Alcalá 2 de diciembre-. Al mediodía y 25 años después como ocurrió entonces. Las campanas de Alcalá sonaron con toque de alegría y celebración para conmemorar los cinco lustros de la declaración de Patrimonio de la Humanidad, una distinción mundial de la iglesia es parte esencial.
A las doce de la mañana del 2 de diciembre de 1998, cuarenta minutos después de conocerse la noticia de la inclusión de Alcalá en la lista de patrimonio mundial de la UNESCO comenzaron a sonar las campanas de la ciudad llevando a todos los rincones la alegría del principal acontecimiento vivido por la ciudad en siglos.
Hoy las campanas de toda la ciudad han vuelto a sonar. Incluso se han unido algunas que entonces no sonaron porque no estaban, como las de la iglesia de Santa María, que han sido recientemente rehabilitadas.
También han sonado las del Hospital de Antezana, algo en lo que ha estado especialmente pendiente el prioste de la fundación, Asensio Esteban, antes de incorporarse al acto de entrega del premio Alcalá Patrimonio Mundial en el Ayuntamiento.
El sonido de las campanas ha sido, por tanto, el recuerdo de ese acontecimiento veinticinco años después.