por Miguel Castilla (extrabajador INTA)
Pasar por diferentes puntos de nuestro país y reunir tecnología, equipos de ensayo, responsabilidad, experiencia con compromiso firme y hacernos competitivos supone un reto. Eso intentamos desde la base en centros de enseñanza y universidades, pasando con la esperanza puesta que ha fructificado el tiempo invertido.
El semanario Puerta de Madrid del Corredor del Henares, se hace eco de los éxitos que nuestros técnicos cosechan por hacer que nuestro país sea más próspero y competitivo a nivel mundial.
Ilustramos un breve recorrido por una andadura de hitos que marcan el presente y
futuro de tecnología espacial en nuestro país. Si nos detenemos en lo que supone para España la observación de la Tierra, sin lugar a dudas hay que fijar la atención en un éxito sin precedente. Hablamos de satélite PAZ, que cubre un área de 300.000 kilómetros cuadrados diarios, dando 15 vueltas a nuestro planeta a una altura de 514 kilómetros, y que cubre todo el globo enviando información veraz.
Sería en el año 2.007 cuando el Ministerio de Defensa encarga a HISDESAT el
desarrollo de un sistema de observación con alta resolución. Supondría así ya un éxito para nuestra industria espacial. El Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (I.N.T.A) es el responsable del segmento terreno; incluyendo así las estaciones de control tanto en Torrejón de Ardoz (Madrid) como en Maspalomas (Gran Canaria).
El satélite toma imágenes en cualquier condición meteorológica, ofreciendo infinidad de ellas. Son nuestros técnicos los que demuestran una capacidad de trabajo excelente. El 22 de febrero del año 2.018 se lanza el satélite PAZ. España se apunta un éxito para la historia. En septiembre de 2023 se firma un acuerdo para prorrogar la vida del satélite hasta el año 2028. Son cinco años más en los que el Ministerio de Defensa reconoce el servicio que PAZ está ofreciendo a nuestras Fuerzas Armadas.
Hay mucho trabajo, muchos equipos de técnicos, instalaciones de muy diverso fin, laboratorios de ensayos altamente sofisticados en diferentes especialidades y normas para no dejar la mínima zona sin estudiar, y así garantizar que no exista ningún fallo y no perdamos un solo euro expuesto en el programa, demostrando la responsabilidad del equipo humano y haciendo que el nombre de España sea considerado como merece en el ámbito de tecnología espacial.
Corría el año 2.000 cuando se facilitaría por primera vez documentación de Programas y Proyectos del I.N.T.A. al entonces Exmo. General D. José Sierra Tabuenca (BRIPAC) Almogávares VI. Por entonces nuestras tropas desarrollaban una misión de paz en Bosnia-Herzegovina. Ya también había culminado con éxito el lanzamiento del satélite científico español MINISAT 01 el 1 de abril de 1997, donde técnicos del I.N.T.A. dejaban su sello de lo que es capaz de conseguir un equipo perfectamente organizado.
Entregar en mano a nuestro querido General documentación técnica del I.N.T.A (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) es un recuerdo que jamás olvidaré. Al instante deseó ponerse en contacto y así colaborar con su idea en el desarrollo y
progreso para España: sería la tarde del 22 de Mayo del año 2000. Desde entonces se desplegarían ideas, que de una u otra forma surgen, y empresas que se involucran en desarrollar programas espaciales.
Se van sucediendo éxitos que conllevan implicación, generando de esta manera que nuestros técnicos se motiven por los logros obtenidos. En el año 2.005 es cuando comenzaría la puesta en órbita de Xtar-Eur y en 2.006 Spainsat. Dos satélites que se posicionarían respectivamente en 29 grados Este y 30 grados Oeste. Además, en ese periodo se firmarían contratos con EEUU y Bélgica, ofreciéndoles servicios de excelente calidad.
Se preparan lanzamientos del Spainsat NGI y NGII, y un nuevo centro de control de
satélites en Hoyo de Manzanares (Madrid) se encargará de su seguimiento.
Acumular éxitos, consiguiendo que nuestro país forme parte de la élite espacial mundial es el objetivo y se está consiguiendo. El tiempo transcurre dejando huellas complicadas de olvidar. Viendo órbitas marcadas en pizarras de un despacho, llamadas reiteradas para coordinar el mínimo detalle en diferentes situaciones atmosféricas para hacer que una aparentemente palabra sencilla de pronunciar se convierta en una realidad acompañada de nuestra identidad. ¡¡¡El Satélite
PAZ consigue la altitud deseada, comienza a enviar señal, ÉXITO DE ESPAÑA!!!
Miguel CASTILLA (ex trabajador INTA)