Vuelve a Alcalá de Henares la posibilidad de ser enterrado dentro de una iglesia; el nuevo templo parroquial de la Garena ofrecerá un columbario para las cenizas de fieles que quieran recibir sepultura en un espacio sagrado como es una iglesia. Es una práctica ya común en muchos lugares de España y que también ha llegado a la ciudad complutense.
Alcalá de Henares, 30 de septiembre.- Hasta principios del siglo XIX era común los enterramientos de las personas en las iglesias o en espacios situados junto a ellas, una costumbre que se venía realizando desde hacía muchos siglos y que empezó a generar no pocos problemas. En primer lugar la falta de espacio en las iglesias era evidente, pero había otro problema mucho más importante: el sanitario. la insalubridad se hacía evidente, ya que cada vez era más común que las personas adquirieran enfermedades contagiosas al asistir a las iglesias. Por lo que, al no poder seguir negando esta verdad, se comenzó a cuestionar que el interior de las iglesias fuera un cementerio.
Así fue como nacieron los cementerios tal y como hoy los conocemos, construidos fuera de las ciudades, como el municipal de San Roque. En muchos lugares fueron las propias iglesias las que crearon sus propios cementerios, algo muy habitual en municipios pequeños. La otra posibilidad era la construcción y gestión por parte de los ayuntamientos.
Sin embargo con la instauración de las cremaciones como tratamiento de los difuntos para quien elija este método, nacen los columbarios, lugares expresamente construidos para depositar las cenizas, un material completamente inerte con lo que no hay peligro alguno de insalubridad.
De hecho son cada vez más las iglesias que instalan columbarios en sus instalaciones lo que supone un atractivo adicional para los fieles por el hecho de que sus restos convertidos en cenizas, pueden estar en lugar sagrado y muy cerca del Santísimo Sacramento.
Y esto es lo que va a ocurrir en Alcalá con la construcción de la nueva iglesia parroquial de Santa Teresa de Jesús en la Garena, que habilitará un columbario en el que se podrán depositar cenizas teniendo acceso las familias de los fallecidos. No es una novedad en la diócesis. Hay ya varios columbarios en iglesias como la de San Juan Evangelista en Torrejón de Ardoz. Todo ello estará determinado por las leyes de sanidad mortuoria que depende de cada comunidad autónoma, y por la instrucción Ad resurgendum cum Christo de la Santa Sede que dice que “Si por razones legítimas se opta por la cremación del cadáver, las cenizas del difunto, por regla general, deben mantenerse en un lugar sagrado, es decir, en el cementerio o, si es el caso, en una iglesia o en un área especialmente dedicada a tal fin por la autoridad eclesiástica competente”, tal y como lo recordó en 2016 el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Cardenal Gerhard Ludwig Müller, al presentar la Instrucción, acerca de la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas en caso de cremación.
La nueva iglesia católica de La Garena contará con un superficie construida total de 1.510 metros cuadrados. «Este carácter abierto y acogedor de la edificación, premisa básica que se planteó desde los inicios del proyecto, se ha continuado en todos sus aspectos hasta conseguir la máxima accesibilidad para personas con movilidad reducida. En estos momentos el proyecto está en fase de revisión por parte de los servicios técnicos del Ayuntamiento de Alcalá de Henares para la obtención de licencia municipal de obras y de actividad, de tal modo que sea posible iniciar las obras en enero de 2025″, destaca González.
El barrio de La Garena es la puerta de entrada a Alcalá de Henares, desde Madrid. Es un barrio que cuenta con estación de Cercanías propia, además de una importante zona comercial y de ocio. Es también una zona industrial y de negocios, en la que sobresale, como una seña de identidad, la conocida como ‘Torre Garena’, que alberga oficinas de varias empresas de la zona. «Ahora el barrio de La Garena va a verse enriquecido por un nuevo edificio, dedicado al culto a Dios y al cuidado de las almas, con la convicción de que todo lo que hacemos para cuidar nuestra vida espiritual repercute positivamente en nuestras familias y en la entera vida social», señala monseñor Prieto.
El proyecto de construcción del nuevo templo no hubiera sido posible sin la iniciativa del párroco de Santa Teresa, de su consejo pastoral y de la entera feligresía de la parroquia, «que está siendo muy generosa en la captación de recursos para financiar el proyecto. También ha sido encomiable el trabajo de los profesionales de la Oficina Técnica para la realización de obras del Obispado de Alcalá de Henares. Es cierto que, en una parroquia, los feligreses – las piedras vivas – son lo más importante, pero eso no quita que una comunidad cristiana necesite un lugar confortable, espacioso y bello para celebrar los misterios de la fe. Por eso, todos los diocesanos de Alcalá nos congratulamos de la construcción de este nuevo templo, que dará mucha gloria a Dios», concluye el obispo complutense.
La primera piedra de este nuevo templo parroquial será colocada y bendecida el domingo 20 de octubre de 2024. Hasta ahora la parroquia tiene su sede en un gran barracón de obra desde hace años cuando fue cedido después de haber acogido el incipiente centro de salud del barrio.