Cientos de personas acompañan a la Virgen del Carmen, estrella de los mares, que también lo es del lugar más alejado del mar. La devoción carmelita crece como nunca en la ciudad complutense que hoy ha celebrado la procesión.
Alcalá de Henares, 13 de julio de 2024. El problema de la procesión de la Virgen del Carmen en Alcalá de Henares es el calor y la forma de llevar a la Virgen que desfila con costaleros. Hay que pensar lo difícil que es ir debajo de un paso que pesa cientos de kilos; son veinte costaleros bajo el paso por cada tramo de unos 200 metros que realizan antes de ser relevados.
Suerte que hoy la Virgen del Carmen ha traído a la procesión una brisa que parecía marinera y que ha atemperado las altas temperaturas y por supuesto que ha hecho más cómoda la labor de los costaleros, dos cuadrillas con un total de algo más de cuarenta miembros y que, lo decimos sin ambages, forman las mejores cuadrillas de la ciudad. Son costaleros top. Entre los que han llevado a la Virgen del Carmen había varios hermanos mayores de cofradías, como la de la Virgen de la Soledad, la del Cristo de la Esperanza y el Trabajo y la de Cristo Despojado de sus vestiduras, o capataces como el de la Virgen de las Lágrimas y el Consuelo. Entre ellos y los costaleros, anderos y miembros de cofradías, estaba con la Virgen del Carmen lo mejor del movimiento cofrade complutense.
Pero también hay que tener en cuenta que la procesión de la Hermandad de la Virgen del Carmen, que ha crecido espectacularmente y que ya tiene más de 200 miembros, no es sólo desfilar con la imagen carmelita. Es un ejercicio de evangelización el que realiza la hermandad sacramental en el desfile procesional de hoy sábado 13 de julio. El responsable de comunicación de la cofradía, José Luis Amaro, lo expresó de la siguiente manera: “La Virgen del Carmen volverá a entregarnos su escapulario por las calles de Alcalá, saldremos a evangelizar nuestra ciudad como Hermandad. Lo haremos este sábado a las 20 horas desde el monasterio de Santa María del Corpus Christi”.
El recorrido del desfile, que termina sobre las 0’30 horas habiendo partido con puntualidad a las 20 horas, es el siguiente: Plaza de los Doctrinos, calle Colegios, plaza Rodríguez Marín (por el carril abierto a la circulación de vehículos), plaza Cervantes, calle Cerrajeros, calle Ramón y Cajal, calle Cervantes, calle Santiago, calle Imagen, calle Mayor, calle Carmen Calzado, callejón de las Escuelas, plaza de Cervantes, Calle Pedro Gumiel, plaza de San Diego, callejón de San Pedro y San Pablo, calle Colegios y plaza de los Doctrinos.
La devoción a la Virgen del Carmen en Alcalá de Henares es una de las tradiciones
religiosas más arraigadas y esperadas por la comunidad. Esta veneración se
manifiesta de manera especial en la procesión anual que recorre las calles de la
ciudad, un evento que atrae tanto a los fieles locales como a numerosos visitantes.
La procesión de la Virgen del Carmen no es solo una muestra de fe, sino también una expresión de la rica historia y el patrimonio cultural de Alcalá. La imagen de la Virgen, llevada por una cuadrilla de 40 costaleros comandados por el capataz José Diego Fagundo Espina, avanza majestuosamente por el centro histórico de la ciudad, creando un ambiente de recogimiento y solemnidad.
Este año, la procesión ha contado con el acompañamiento musical de la Asociación
Músico Cultural San Sebastián de Padul, Granada, dirigida por el director y compositor Víctor Ferrer, cuya música eleva aún más el espíritu de la celebración.
La devoción a la Virgen del Carmen en Alcalá es un símbolo de unidad y esperanza,
un momento en el que la comunidad se une para rendir homenaje a su titular y renovar su fe. La procesión, con sus momentos destacados como la petalá en la Calle Imagen y el paso por la Universidad, es un testimonio vivo de la ferviente devoción que los alcalaínos sienten por la Virgen del Carmen.
Este evento no solo refuerza los lazos religiosos, sino que también promueve la
cohesión social y cultural, haciendo de Alcalá de Henares un ejemplo de cómo la
tradición y la fe pueden unirse para enriquecer la vida comunitaria.