El Alcalá respondió en un campo pequeño en el que no va a ser fácil jugar; el entrenador Vivar Dorado está contento con la prueba porque le va a permitir mejorar aspectos en este tipo de partidos durante la temporada.
Alcalá de Henares, 29 de agosto de 2024.- El partido de anoche disputado por el Alcalá en el campo del Calasanz Pozuelo ha dejado buenas sensaciones en la plantilla de jugadores y en el técnico, Ángel Vivar Dorado. El partido tuvo mucha enjundia puesto que fue ante un rival en la competición oficial de esta temporada en el grupo VII de la tercera división RFEF, pero sobre todo la importancia estribó en las características del rival y del campo del polideportivo Los Pradillos de Pozuelo de Alarcón.
Se trata de un campo pequeño y con césped artificial. Así se va a encontrar el Alcalá varios campos esta temporada. Son canchas en las que defender es sencillo por lo que lo fácil es que el Alcalá, un equipo al que Vivar Dorado está imprimiendo la necesidad de tener el balón y desarrollar un fútbol ofensivo, se encuentre con equipos que se encierren bien ante un equipo que técnicamente es superior, y lancen rápidos contragolpes para sorprender a la defensa rojilla.
El Alcalá leyó bien el partido y no perdió la compostura, pero Vivar Dorado quiere más y sabe lo que tiene que corregir para partidos de estas características por lo que ante partidos de estas características y en campos con estas dimensiones reducidas, el Alcalá se preparará específicamente fijándose muy bien en lo que ha ocurrido en este partido ante el Cala Pozuelo. Así lo ha manifestado Vivar Dorado en las redes sociales del Alcalá tras un partido en el que jugó como titular el nuevo fichaje Momo, que también dejó buenas sensaciones.