Alcalá de Henares, 21 de diciembre de 2024.- El que fue segundo obispo de la refundada diócesis de Alcalá entre 1999 y 2008, Jesús Catalá Ibáñez, presentará mañana su renuncia al Papa Francisco como obispo de Málaga al cumplir los 75 años, tal y como establece el Derecho Canónico, aunque no se prevé que se nombre un sustituto rápido, no se sabe si como administrador de la diócesis hasta la llegada del nuevo obispo o hasta que la Santa Sede nombre de forma interina un administrador apostólico para la diócesis malagueña.
El prelado, que lleva 16 años en su actual responsabilidad, cumple 75 años mañana 22 de diciembre y se da por hecho su renuncia en ese momento, aunque se prevé que para el nombramiento del sucesor por parte del pontífice habrá que aguardar aún unos meses o incluso más tiempo.
Su antecesor siguió un tiempo tras la renuncia
Catalá, que fue previamente obispo de Alcalá de Henares (Madrid), sustituyó a Antonio Dorado Soto, quien presentó igualmente la renuncia en su momento por el mismo motivo, aunque se tardó un amplio periodo de tiempo en designar al sucesor.
Jesús Esteban Catalá Ibáñez fue nombrado por el papa en octubre de 2008 nuevo obispo de Málaga, en sustitución de Dorado Soto, que renunció a su cargo al cumplir la edad de jubilación (75 años). El papa Benedicto XVI nombró entonces a Antonio Dorado administrador Apostólico de Málaga hasta la toma de posesión del sucesor.
Catalá inició su ministerio sacerdotal en la diócesis de Valencia, compaginando el trabajo en parroquias con la docencia. Comenzó su trabajo en el Vaticano tras viajar a Roma para ampliar estudios; participó en Asambleas sinodales y acompañó al papa Juan Pablo II en tres viajes a África: Costa de Marfil (1990), Angola (1992) y Uganda (1993).
El 4 de agosto de 1993 fue nombrado capellán de Su Santidad; tres años después fue consagrado en la Catedral de Valencia y en 1999 se hizo cargo de la diócesis de Alcalá de Henares. Su antecesor como obispo complutense fue Manuel Ureña, arzobispo emérito de Zaragoza y su sucesor fue Juan Antonio Reig Pla, obispo emérito de Alcalá. En la Conferencia Episcopal Catalá ha tenido diversas responsabilidades a lo largo de su trayectoria.
Los tres primeros obispos complutenses ya están jubilados
Como decimos los tres primeros obispos de Alcalá desde la refundación de la diócesis en 1991 ya están jubilados y son eméritos en las diócesis o archidiócesis en las que concluyeron su labor pastoral.
En 1991 fue nombrado obispo el valenciano Manuel Ureña que fue a quien la Santa Sede encomendó la difícil labor de crear toda la estructura diocesana que comenzó de cero. Le sustituyó en 1999 Jesús Catalá; Ureña fue nombrado obispo de Cartagena-Murcia hasta que en 2005 recibió el nombramiento de arzobispo de Zaragoza cargo en el que estuvo hasta 2014 en que presentó su renuncia con sólo 69 años, oficialmente por cuestiones de salud, pero a nadie se le escapaba que hubo varios escándalos en la archidiócesis que contribuyeron a la presentación de su renuncia. Desde entonces es arzobispo emérito de Zaragoza.
A monseñor Catalá le sucedió en la diócesis de Alcalá el obispo Jesús Catalá que se mantuvo en el cargo desde 2009 hasta 2024 en que presentó su renuncia por motivos de edad al cumplir los 75 años. De este modo Reig Pla es el primer obispo emérito de Alcalá, donde sigue residiendo. Con su renuncia fue nombrado administrador apostólico de la diócesis el obispo auxiliar de Madrid, Jesús Vidal, quien el 3 de diciembre de este año 2024 ha sido nombrado obispo de Segovia.
A Juan Antonio Reig Pla le sucedió al frente de la diócesis de Alcalá el actual obispo Antonio Prieto Lucena.