«Españoles, Franco ha muerto … hace cincuenta años» es un repaso político y social sobre la España actual, con referencia a multitud de textos, autores y fuentes, en el que se pretende enterrar de forma definitiva luctuosos hechos pasados, desencuentros entre hermanos, que hay que resetear como pretéritos y contemplar el futuro con nuevo y renovado optimismo de libertad y democracia.
«España nunca ha sido un país de ejemplaridad constitucional, con cambios constantes y luchas fratricidas», dice el autor, que refleja lo que llama «Secretos de la democracia», centrándose en hechos más recientes a la muerte del general Franco, desconocidos por la mayoría de los ciudadanos nacidos en democracia: los crímenes de Atocha, ETA, el 23-F, el 11-M, el Golpe de Estado catalán y dos incógnitas: La moción de censura a Mariano Rajoy y la abdicación del Rey Juan Carlos I.
El libro hace un repaso a la situación financiera y poder adquisitivo del ciudadano medio español de los años 1955, 1975 y 2025 (fuentes Banco de España, INE y Renta Nacional de España – años 1955 a 1975 – y Servicio de Estudios Banco de Bilbao), año este último en el que Pedro Sánchez «resucita» a Franco como comodín de todos los males que ahora nos afectan, removiendo los asesinatos y crueldades cometidos por los dos bandos contendientes en la Guerra Civil de 1936, rompiendo con ello el perdón y abrazo fraternal que nos dimos todos en la Transición, retrocediendo en el tiempo de forma intencionada para provocar el odio y el rencor de personas que no habían oído hablar de él hasta que el sanchismo ha reescrito la historia en aras a su interés personal, abocando deliberadamente a la ciudadanía a elegir a corto plazo entre una dicotomía: el Rey de todos los españoles o el presidente del Gobierno de unos pocos, misma situación que había cuando los socialistas dieron el fallido golpe de Estado de 1934 y Franco el triunfante y sangriento de 1936.
Cuando murió Franco, no habían nacido el 58,78% de los ciudadanos actuales, el 21,72% tenían menos de quince años, y únicamente podrán saber de las penurias, el trabajo y el esfuerzo que tuvieron que pasar el 19,50% de los que ahora vivimos en este país.
Confeso antagonista a la Agenda 2030, a la que considera una nueva dictadura que con el comunismo y el islamismo (éste último el único dispuesto hoy en día a matar y ser muerto por expandir sus ideales) se retroalimentan utilizándose unos a otros para implantar un sistema global que ponga fin a la cultura occidental tal como la conocemos.

















































