Alcalá de Henares, 1 de enero de 2025.- Un total de 119 corredores han participado esta mañana de Año Nuevo en la XXII edición de la Subida al Ecce Homo, una iniciativa deportiva no competitiva que es todo un éxito por haber sido creada por un grupo de amigos, de deportistas, que la vienen desarrollando año tras años y que es una bonita costumbre de empezar el año.
El día 1 de enero es el día de los buenos propósitos pero que a menudo se quedan en eso, buenos propósitos incumplidos. Sin embargo no es el caso para los atletas complutenses vinculados muchos al club Ajalkalá pero también a otros clubes. Con la organización de atletas como Javier García Morán y Fernando Narro, hoy 1 de enero ha vuelto a celebrarse la subida al Ecce Homo como una tradición que ha cumplido ya 22 ediciones realizándose el día de Año Nuevo en Alcalá.
El encuentro de atletas de este año coincidió con una mañana soleada y con frío. En la cita estuvieron en total 119 contabilizados en la foto final en el Ecce Homo, el punto mas alto de la geografía complutense.
Como todos los años los atletas han brindado en lo alto del Ecce Homo por el año nuevo y han comido unos polvorones que, debido al estado del camino, y la dificultad de subirlo en los vehículos todo terreno, ahora los suben en mochilas que lleva un pequeño grupo de corredores.
El espíritu de esta iniciativa de los atletas es el mismo de todos los años, y suben en animado grupo al ritmo que marcan los corredores más lentos. Este año la subida se ha realizado en un tiempo de 43’42” , lo que permite ir charlando y disfrutando de la compañía y el entorno. Además este año, aunque hacia algo de frio (unos 5°C a la salida, y había bastante escarcha en las zonas de umbría, el día ha acompañado con un sol espléndido y sin nada de viento.
Lo bonito del encuentro es que, aunque van faltando algunos de los corredores más veteranos que comenzaron en los inicios, siempre viene gente nueva, y muy joven que según reconocen les gusta mucho la experiencia, por lo que el relevo organizativo se va fraguando.
Esa subida, lo recordamos todos los años, empezó siendo una simple reunión de compañeros y amigos en el deporte del atletismo y vinculados al Club Ajalkalá para empezar el año de la manera más original y más atractiva para ellos, que es haciendo deporte. Pero después de veintidós ediciones ya celebradas es una cita imprescindible a la que ya se suman atletas de otras localidades que vienen atraídos por un excelente ambiente y por la originalidad de la cita. No hay ningún objetivo de batir récord alguno, ni de participación, ni de velocidad, sino que es lo anteriormente dicho, una reunión de amigos que se felicitan el año nuevo y lo hacen como les gusta, corriendo.
Aun algunos recuerdan aquella primera edición de la subida al Ecce Homo cuando 17 corredores desafiaron el frío de aquel lejano 1 de enero para hacer la locura de subir corriendo el cerro cuando la mayor parte de la población dormía en sus casas después de una larga noche de celebración.
Por eso la cita triunfó porque al final es el deporte en su estado más puro, sin ánimos de competir, con la única pretensión de divertirse y de empezar el año de la manera más saludable posible, lo que prima en una de estas actividades que nacen de forma espontánea pero que se convierten rápidamente en algo muy querido.
Son algo más de seis kilómetros de subida y si se une la bajada, son once kilómetros, no precisamente livianos. El caso es realizar ese esfuerzo saludable para empezar con buen pie el nuevo año.